Por fin he podido ver Ágora, tenía ganas y no me ha decepcionado. He gozado y he sufrido. Me repugna la intolerancia, el fanatismo, en definitiva la falta de respeto y la pasión exacerbada de sentirse en posesión de la verdad absoluta e irrefutable.
Mi visión de la misma quizás sea peculiar, pero no me interesa tanto la intencionalidad que Amenábar haya podido tener, sino lo que la película me sugiere. Al fin y al cabo, es lo que tiene el Arte, deja de ser propiedad del autor, para pasar a formar parte del público, que lo recrea desde su propio horizonte de precomprensión.
Para mi Ágora es fundamentalmente dos cosas. Una un canto a la convivencia y al respeto humano (¿qué era el Ágora sino un lugar de encuentro?) y una defensa de la razón, frente a la sinrazón, como única posibilitadora de la convivencia.
Un canto a la convivencia porque “Si dos son semejantes a un tercero, entonces son semejantes entre sí”. Esta afirmación (no es del todo fiel al texto del guión, pero si fiel a su sentido) creo que se formula sin tener nada que ver con ninguna propiedad matemática de elementos ni grupos. Más bien, creo que lo importante radica en la explicación posterior, algo así como “es más lo que nos une que lo que nos separa”. Esta es la base de la convivencia, ¿por qué pelear entonces?
En los enfrentamientos de las distintas partes no hay más causa,que la irracionalidad, ya sea ésta fruto de la pasión por el poder o del fanatismo religioso. Frente a la irracionalidad, la razón, ya sea de la ciencia o de la filosofía, encarnada, porqué no, en una mujer, Hipatia. Mientras a veces, algunas religiones se pierden en el fanatismo y algunos políticos se lavan las manos, para seguir manteniéndose en el poder. Sólo la razón, libre de cualquier dependencia, analítica y crítica puede librarnos de la barbarie.
La filosofía y la ciencia se reflejan en las palabras de Hipatia: “Tú no pones en duda tus creencias, yo tengo la obligación de hacerlo”. ¡Qué mejor exposición de lo que es una actitud filosófica o científica!
En definitiva, una película adecuada, para explicar a los alumnos el sentido de la filosofía o para contextualizar algunos de los aspectos que posibilitaron la relación entre Fe y Razón. Aunque sinceramente, considero ésta una relación imposible. Una vez más, Hipatia tiene la palabra:
“Tú no pones en duda tus creencias, yo tengo la obligación de hacerlo”.
Así, es difícil entenderse.
Imagen del artículo tomada de: http://img.youtube.com/vi/dYgwR7QCBZc/0.jpg