Viendo las consecuencias que la aplicación de la LOE ha tenido, en algunas comunidades autónomas y en algunos colegios privados, en relación con la Filosofía, no puedo más que quedarme perplejo ante lo paradójico de la situación.
Como ocurre siempre, cualquier Ley educativa es discutible y los docentes tendemos a sentirnos molestos cuando los cambios curriculares implican perdida de algunos contenidos o de carga lectiva de nuestras asignaturas. ¡Lógico!, defendemos nuestro trabajo y la relevancia de las asignaturas asignadas a nuestra especialidad.
Lo curioso en el caso de la LOE, es que si lo comparamos con la legislación anterior, los cambios curriculares, ocasionados por la introducción de la Educación para la Ciudadanía, deberían tener unas consecuencias menores de las que, si nos atenemos a los acontencimientos actuales, se preveen.
Si nos atenemos exclusivamente a la LOE, los cambios curriculares afectan a:
- la pérdida de una hora en 4º de ESO, que de alguna forma se puede compensar (aunque no oficialmente) con la introducción de la Educación para la ciudadanía y los derechos humanos en alguno de los tres primeros cursos de la ESO.
- la reducción de algunos contenidos puramente éticos o filosóficos, por la nueva orientación de las asignaturas de 4º ESO "Ética Cívica" y 1º Bachillerato "Filosofía y Ciudadanía"
Por supuesto que, aunque la gran mayoría de los profesores de filosofía estamos a favor de la Educación para la Ciudadanía, nos hemos sentido molestos y preocupados por las pérdidas anteriormente señaladas.
Sin embargo, esto no es todo, aún hay más. La capacidad competencial de las comunidades autónomas, sobre todo la de aquellas orientadas por la infalible verdad de la FE católica, apostólica y romana y las actuaciones llevadas a cabo por una gran parte de los centros educativos de carácter privado (sean estos concertados o no) hace que la situación de la Filosofía, a partir de la LOE, sea mucho más problemática de lo que se podía esperar o imaginar.
Indico algunas consecuencias:
- La imposible inclusión de elementos ético-filosóficos en la asignatura "Educación para la ciudadanía", en algunos centros de gestión privada. Tuve la ocurrencia de preguntar a varias alumnas y alumnos de Extremadura que cursaban la asignatura de "Educación para la ciudadanía" en algunos de estos centros. La pregunta fue sencilla, ¿qué dais en clase de Educación para la Ciudadanía?. La respuesta generalizada, "Religión II" me dejó alarmado.
- A consecuencia de esto, cabe preguntarse que pasará en algunos centros educativos con los contenidos ético-filosóficos de asignaturas como "Educación ético-cívica" y "Filosofía y Ciudadanía". ¿También serán Religión II?.
- Otra cuestión es la reformulación del currículo para "Educación para la ciudadanía" realizado en algunas comunidades en pro de una supuesta neutralidad ideológica. (Fuente: "El Pais"). ¿Esta supuesta neutralidad ideológica también alterará el contenido y el sentido filosófico del resto de las asignaturas de Filosofía?
- Finalmente la decisión, en algunas comunidades, de que la carga lectiva de la asignatura "Filosofía y Ciudadanía" se quede en el mínimo (2 horas semanales). ¿Puede ser esa una forma de evitar la impartición de aquellos contenidos considerados como "peligros"?
Esta es la paradójica situación de la Filosofía en nuestro país. Entre la LOE y la Contrareforma a la LOE, la Filosofía se ha quedado en el medio de los enfrentamientos. Y como suele suceder, el que está en el medio termina por llevarse todos los palos.
Queda claro, que la FILOSOFÍA NO SIRVE A NADIE, NI ES "ANCILLA THEOLOGIAE", la Filosofía sólo sirve a la persona que la practica.
Sólo me quedan dos cosas por decir:
- Una contra la supuesta neutralidad ideológica. Este no es más que un argumento falaz. La Historia nos ha enseñado que siempre que se realizan afirmaciones de este tipo, lo que se está haciendo es defender una orientación ideológica como supuestamente neutral. Hay cosas respecto a las que no se puede mantener la neutralidad, ya que en el fondo la neutralidad supone mantener un estado de cosas refrendado por una ideología. Cuando se pretende ser neutral en asuntos como los derechos de las personas, al final uno acaba posicionándose en contra de esos derechos.
- Dos, nunca debemos olvidar la proclama ilustrada expuesta por Kant, "¡SAPERE AUDE!". Porque, mal que les pese a algunos, no ha llegado el fin de la Historia, ni el fin de las ideologías. Así que, ¡Atrévete a pensar por ti mismo! es el principio que nos guía en el ejercicio de la docencia.