Desde hace tiempo, la finalidad de enriquecerse ha orientado o dirigido algunas conductas de algunos seres humanos.
En la época medieval, los señores, que eran los que tenían patente de corso, se enriquecían a base de cobrar impuestos a todo hijo de vecino. También aparecieron los prestamistas, que por aquella época eran judíos, ya que los cristianos no podían ejercer el acto pecaminoso de la usura.
Los prestamistas judíos fueron odiados, expulsados y ejecutados por los acreedores al fin y al cabo practicaban las malas artes de la usura. Sin emabargo, nadie, salvo Robin Hood y algun otro parecido, se metió con lo señores. Los señores podian enriquecerse en base a los impuestos, ya que al fin y al cabo eran productores de la seguridad del reino (los señores de la guerra). Los prestamistas judíos no producían nada, bueno salvo el propio incremento de su capital.
Después, con eso de la burguesía, llegó el comercio y la industria. Los que tenían capital se dedicaron a enriquecerse, bien explotando a los obreros, bien aprobechándose de las posiciones del control del mercado para vender mejor sus productos. En algunos paises, los obreros, siguiendo a unos trasnochados, entre ellos un tal Marx, se levantaron contra los capitalistas. Pero la verdad es que, salvo en Rusia o sitios así (poco industrializados), no consiguieron que la revolución triunfara. Al fin y al cabo, los capitalistas producían bienes de consumo, e incrementando un poco el salario y disminyendo un poco la jornada laboral de los obreros, todos podrian gozar de los magnificos bienes de consumo, producidos y distribuidos por la agnegada clase social que manejaba el capital. Así que todos felices nos hicimos capitalistas, incluso hasta los rusos.
En la actualidad ha triunfado un nuevo clan. Bueno, nuevo no es, pero digamos que han adquirido toda la notoriedad. Son los especuladores. Estos no producen nada, solo barajan opciones de compra y venta, con el único objetivo de ganar dinero. Hubo momentos en que nos fascinaron, incluso algunos quisieron ser como ellos, o si no, que levante la mano quien no haya jugado en bolsa o haya estado tentado de hacerlo. ¡Money!
Hace casi unos días, por así decirlo, nos enteramos que la culpa de esta "puta crisis" (y que me perdonen las putas) la tienen los especuladores. Hoy me entero que la subida de los carburantes es fruto de un movimiento especulativo. Es decir, que unos cuantos señores, e imagino que alguna señora (por eso de la paridad), nos están tocando las narices fruto de su avaricia y su querer ganar más.
Bueno, entonces,...., ¿ahora que hacemos? Nos quedamos con la cara de tontos, disminuidos los salarios (cuando no en paro) y las perstaciones, manteniendo el mercado; nos liamos la manta a la cabeza y nos lanzamos a la barricadas; nos ponemos, ya desesperados, a rezar a ver si tenemos suerte y algún dios nos escucha. ¡Y yo que se! Lo malo es que ahora no podemos ser todos especuladores, ya que si unos ganan, será porque otros pierden, ¿no?
¡Y yo que se!, ¡vuelva usted mañana!
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