¿Por qué criticamos que un niño practique la mendicidad y no nos alteramos porque participe en un "spot" publicitario de una campaña política?
Ayer, cuando llegué a clase de uno de mis grupos, los encontré un poco revueltos, era su última clase de Filosofía de la semana y lo atribuí a eso. El caso es que no le di mayor importancia, con este grupo tengo la suficiente complicidad y confianza, para permitirle algunos deslices, ya que basta una mirada para que se pongan en orden. Pero seguían revueltos, y algunos realizaban movimientos de brazos al compás de una musiquilla que emitían tarareando un una letra que solo decía "movimiento naranja".
Al final. me terminó comiendo la curiosidad, y pregunté que nueva moda era esa. Me respondieron que era una música de un partido político mexicano, que se había hecho viral en Internet.
Pero me seguía comiendo la curiosidad. Así que cuando terminé mis clases, de camino a casa, fui investigando el asunto.
La historia es que el partido político mexicano "Movimiento Naranja" ha realizado un spot publicitario en el que ha utilizado a un menor de 9 años que aparece cantando y bailando una canción con un ritmo más o menos pegadizo y un letra tan simple que se reduce a "movimiento naranja, el futuro está en tus manos, movimiento naranja, movimiento ciudadano"
La verdad es que han acertado de pleno con la campaña. Utilización de un menor, que genera un sentimiento de afecto, un mensaje simple y vacuo que todo el mundo puede recordar con facilidad y una música pegadiza, que termina por completar el maridaje de una formula magistral, para vender algo sin decir nada. Ahora la cuestión está en si los criterios a utilizar son los de la razón instrumental o si hay que guiarse por una racionalidad moral.
Esto viene a cuento por el asunto de la utilización de un menor, hecho que parece que ya ha sido criticado, pero que la Cadena SER, una de las fuentes que he utilizado, deja zanjado diciendo que los padres han otorgado el permiso para la intervención del menor. El caso es que el menor no solo actúa en la propaganda política, sino que le tienen previsto la participación en la difusión de otros eventos y además ha sido fruto de una campaña de mentiras, que han corrido por las redes, sobre una supuesta muerte de este niño.
La cuestión es si es lícito exponer a un menor ante situaciones de este tipo, Si criticamos que un niño practique la mendicidad, ¿por qué no nos alteramos cuando se pone a los menores en situaciones como estas, o similares, en los que intereses ajenos al menor tienen prioridad sobre los del propio menor?
En fin, todos los problemas quedan diluidos por un mensajillo facilón y una música pegadiza. Movimiento naranja, ¿el futuro está en tus manos?