1.- Resumen del texto
El texto presenta dos ideas principales, aunque atendiendo a la intencionalidad del texto, la segunda de ellas tiene un carácter más relevante, como intentaré mostrar en la explicación del texto.
Idea Principal1: La ilustración más importante es la ilustración religiosa.
I. Secundaria1 : la definición de ilustración como la salida de la culpable minoría de edad.
Motivos:
I. Secundaria2: la minoría de edad en cuestiones religiosas es la más perjudicial y humillante.
I. Secundaria3: los dominadores no tienen interés en ejercer de tutores en las artes y en las ciencias.
Idea Principal2: El jefe de estado ilustrado además de permitir la libertad en el ámbito religioso, lo hace también en materia de legislación.
Motivo I. Secundaria4: no es peligroso permitir el uso público de la razón, ni expresar públicamente los pensamientos en materia de legislación.
2.- Explicación del texto
Dos cuestiones fundamentales se tratan en este texto: por un lado, la necesidad de una ilustración religiosa, y por otro, la excelencia del monarca ilustrado que no sólo permite la libertad en el ámbito religioso sino que también lo permite en materia de legislación.
Comencemos situando la ilustración. Es éste el movimiento cultural que mejor expone el sentido de la filosofía y de la época modernas. Su origen en el tiempo se puede concretar en torno a la revolución inglesa de 1688, mientras que su finalización se sitúa a final del s. XVIII con la aparición de la revolución francesa ... (SE PUEDE AMPLIAR ESTA PARTE CON LOS DATOS HISTÓRICOS QUE SE TENGAN, AUNQUE NO CONVIENE EXTENDERSE DEMASIADO)
La pretensión de la ilustración no es otra que la de liberar a las personas de la esclavitud de los mitos, los prejuicios y del pensamiento irracional; así como de la falta de autonomía en el pensamiento. Con esta liberación pretenden los ilustrados conseguir el desarrollo del individúo y el progreso de la sociedad.
En este sentido es en el que hay que entender la definición kantiana, que aparece en el texto, de la ilustración: salida del hombre de su culpable minoría de edad. La minoría de edad no es más que la falta de autonomía en el pensamiento, o en el uso de la propia razón. Aparece aquí uno de los conceptos marco del pensamiento ilustrado. Esta razón hay que entenderla desde la perspectiva analítica (referencia empírica) que la aleja del dogmatismo racionalista, y que por tanto la convierte en crítica, no sólo de cualquier conocimiento o actuación no justificable, sino también de sí misma, tratando de dejar claro cuáles son sus propios límites y hasta dónde puede llegar.
Esta minoría está ocasionada por el propio sujeto, de ahí que Kant hable de autoculpabilidad, ya que estamos dotados por la naturaleza para el uso autónomo de la razón, si no lo hacemos es por pereza o por cobardía. Esta situación es aprovechada por algunos que intentan dirigir nuestro pensamiento y nuestra conducta, con lo que se dificulta conseguir la ilustración. (EN UN TEXTO QUE SE CENTRE EN ESTE TEMA HABRÍA QUE AMPLIAR ESTA PARTE)
La tutoría intelectual se ejerce, entre otros, en el ámbito político y religioso. Siendo este último, según afirma Kant, en el que centra su interés principalmente. Las razones de esto están claras, lo que quizás no esté claro es el porqué de las mismas, y es esto lo que voy a tratar de explicar a continuación.
Kant considera, la minoría de edad en materia religiosa como las más humillante y más perjudicial, debido a que la religión no ilustrada es decir las religiones positivas, ejercen su poder eliminando de las personas aquello que es más genuino el comportamiento responsable no guiado por el miedo. Las religiones positivas prescriben una serie de ritos externos, en los cuales el individuo no manifiesta su intencional compromiso religioso, sino el mero cumplimiento externo, muchas veces guiado por el miedo y no por el cumplimiento del deber. Las otras razones que Kant considera, la falta de interés por otros temas (artes y ciencias) en la dirección del pensamiento, se explica por una parte por la falta de competencia de los tutores en estos temas y porque no son temas con los que se manipula bien al sujeto como sucede con la religión que se funda en el miedo del individuo. (VER LA CRÍTICA QUE HUME HACE A LA RELIGIÓN).
Por tanto, es necesario una ilustración religiosa, esto sólo es posible a través de una religión racional (en ello coinciden casi todos los ilustrados), despreciando cualquier tipo de religión revelada o positiva. La ilustración religiosa es una ilustración moral, mediante la cual llegamos a que el individuo respete una serie de normas apoyado únicamente en el cumplimiento del deber, y mediante esta conducta voluntaria y bien intencionada consigue el individúo cumplir la voluntad divina. Así en la ilustración religiosa moral y religión se identifican, ya que lo que la religión racional propugna es el cumplimiento por el mero hecho del deber de las normas morales. (SE PUEDE DESARROLLAR CÓMO DIOS SE JUSTIFICA DESDE LA MORAL O RAZÓN PRÁCTICA)
Pero al final del texto se produce un intento de trascender la ilustración religiosa, libertad de pensamiento en materia religiosa (EXPLICAR USO PRIVADO Y PÚBLICO DE LA RAZÓN). Ya que Kant quiere mostrar que el verdadero monarca ilustrado trasciende la ilustración religiosa, permitiendo una libertad de expresión en el ámbito político , que permitirá a la larga la trasformación de un Estado monárquico en un Estado republicano, es decir a un modelo de organización política basado en el parlamentarismo burgués (EXPLICAR LA NUEVAS TEORÍAS QUE JUSTIFICAN EL PODER EN EL PUEBLO), tal y como había sido defendido por Locke, Montesquieu o Rousseau.
Esta trasformación sólo se puede llevar a cabo mediante el ejercicio de la libre expresión que permita transformar las instancias legislativas y la ley misma en pro de una mayor participación autónoma y racional de los ciudadanos que permita su autogobierno. Esto es posible gracias a la convicción ilustrada de Federico II de Prusia y a su capacidad o poder para garantizar el orden necesario y la obediencia en el ámbito privado de todo miembro del Estado. Por tanto la libertad de expresión no sólo no es peligrosa, no genera desórdenes, sino que además potencia y permite el desarrollo del espíritu de la ilustración.