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6.TEXTO DE SELECTIVIDAD Y ALGUNAS ACLARACIONES

 

I BURGUESES Y PROLETARIOS

 

"Toda la historia de la sociedad humana, hasta la actualidad, es una historia de luchas de clases.

Libres y esclavos, patricios y plebeyos, barones y siervos de la gleba, maestros y oficiales; en una palabra, opresores y oprimidos, frente a frente siempre, empeñados en una lucha ininterrumpida, velada unas veces, y otras franca y abierta, en una lucha que conduce en cada etapa a la transformación revolucionaria de todo el régimen social o al exterminio de ambas clases beligerantes.

En los tiempos históricos nos encontramos a la sociedad dividida casi por doquier en una serie de estamentos, dentro de cada uno de los cuales reina, a su vez, una nueva jerarquía social de grados y posiciones. En la Roma antigua son los patricios, los équites, los plebeyos, los esclavos; en la Edad Media, los señores feudales, los vasallos, los maestros y los oficiales de los gremios, los siervos de la gleba, y dentro de cada una de esas clases todavía nos encontramos con nuevos matices y gradaciones".

En este fragmento se muestra a la sociedad como una entidad dividida en clases. Clases opuestas y beligerantes entre si. De hecho, la historia de la sociedad se define como una eterna lucha de clases.

Podemos observar como el motor del cambio histórico radica en la lucha de clases, ya que es la causa de la transformación del régimen social vigente o de las clases en lucha. Tenemos así una explicación dialéctica de la historia, los cambios históricos se van produciendo a causa de la oposición de clases, dando lugar a una superación de la situación anterior.

Esto es algo que ha venido sucediendo hasta la actualidad, como se indica en el texto, pero que no será así en un futuro, puesto que, según Marx y Engels proclaman, esta división desaparecerá una vez que se instaure la sociedad comunista.

 

"La moderna sociedad burguesa que se alza sobre las ruinas de la sociedad feudalno ha abolido los antagonismos de clase. Lo que ha hecho ha sido crear nuevas clases, nuevas condiciones de opresión, nuevas modalidades de lucha, que han venido a sustituir a las antiguas.

Sin embargo, nuestra época, la época de la burguesía, se caracteriza por haber simplificado estos antagonismos de clase. Hoy, toda la sociedad tiende a separarse, cada vez más abiertamente, en dos grandes campos enemigos, en dos grandes clases antagónicas: la burguesía y el proletariado".

Este fragmento nos muestra a la sociedad burguesa como el resultado de la lucha de clases acontecida en la sociedad feudal. Al disolverse la sociedad feudal fruto de las contradicciones y lucha de clases surgidas en su seno, aparece un nuevo sistema social que es la sociedad burguesa.

Sin embargo, la revolución burguesa no ha terminado con la lucha de clases, simplemente la ha simplificado al reducirla a dos grandes clases: la burguesía y el proletariado.

Con ello, se critica el limitado carácter liberador de la revolución burguesa, al no ser capaz de eliminar los antagonismos de clase, y al constituirse la burguesía en una clase explotadora y opresora del proletariado.

 

"De los siervos de la gleba de la Edad Media surgieron los "villanos" de las primeras ciudades; y estos villanos fueron el germen de donde brotaron los primeros elementos de la burguesía.

El descubrimiento de América, la circunnavegación de África abrieron nuevos horizontes e imprimieron nuevo impulso a la burguesía. El mercado de China y de las Indias orientales, la colonización de América, el intercambio con las colonias, el incremento de los medios de cambio y de las mercaderías en general, dieron al comercio, a la navegación, a la industria, un empuje jamás conocido, atizando con ello el elemento revolucionario que se escondía en el seno de la sociedad feudal en descomposición.

El régimen feudal o gremial de producción que seguía imperando no bastaba ya para cubrir las necesidades que abrían los nuevos mercados. Vino a ocupar su puesto la manufactura. Los maestros de los gremios se vieron desplazados por la clase media industrial, y la división del trabajo entre las diversas corporaciones fue suplantada por la división del trabajo dentro de cada taller.

Pero los mercados seguían dilatándose, las necesidades seguían creciendo. Ya no bastaba tampoco la manufactura. El invento del vapor y la maquinaria vinieron a revolucionar el régimen industrial de producción. La manufactura cedió el puesto a la gran industria moderna, y la clase media industrial hubo de dejar paso a los magnates de la industria, jefes de grandes ejércitos industriales, a los burgueses modernos.

La gran industria creó el mercado mundial, ya preparado por el descubrimiento de América. El mercado mundial imprimió un gigantesco impulso al comercio, a la navegación, a las comunicaciones por tierra. A su vez, estos, progresos redundaron considerablemente en provecho de la industria, y en la misma proporción en que se dilataban la industria, el comercio, la navegación, los ferrocarriles, se desarrollaba la burguesía, crecían sus capitales, iba desplazando y esfumando a todas las clases heredadas de la Edad Media.

Vemos, pues, que la moderna burguesía es, como lo fueron en su tiempo las otras clases, producto de un largo proceso histórico, fruto de una serie de transformaciones radicales operadas en el régimen de cambio y de producción".

Este fragmento explica cómo surgió la burguesía en el seno de la sociedad burguesa y cómo terminó en convertirse en la clase dominante. La causa de todo ello, no es tanto el desarrollo de las ideas o el desarrollo del Espíritu en la consecución de una mayor racionalidad, tal y como afirmaba Hegel, si no los cambios producidos en las condiciones materiales de producción (aquí está la inversión del materialismo histórico de Marx y Engels).

La evolución o el desarrollo de las fuerzas productivas, hace que el sistema feudal se convierta en un lastre pare ese desarrollo, y comienza a evolucionar el sistema social (relaciones de producción y nuevas clases dominantes) hacia otro sistema que posibilite este desarrollo de las fuerzas productivas. Tenemos así el nuevo sistema burgués.

Podemos observar en este fragmento una ejemplificación de lo que es el materialismo defendido por Marx y Engels y cómo desde él se explica la historia y los cambios producidos en la estructura económica.

La estructura, la base real sobre la que se levanta la sociedad, está compuesta de las fuerzas productivas y de las relaciones de producción. En toda sociedad las relaciones de producción facilitan el desarrollo de las fuerzas productivas. Pero estas fuerzas productivas se desarrollan y entran en contradicción con las relaciones de producción existentes (todo lo que se nos cuenta en este fragmento) dando lugar a una transformación y a la generación de unas nuevas relaciones de producción, en este caso, las relaciones de producción propias de las sociedad burguesa.

 

"A cada etapa de avance recorrida por la burguesía corresponde una nueva etapa de progreso político. Clase oprimida bajo el mando de los señores feudales, la burguesía forma en la "comuna" una asociación autónoma y armada para la defensa de sus intereses; en unos sitios se organiza en repúblicas municipales independientes; en otros forma el tercer estado tributario de las monarquías; en la época de la manufactura es el contrapeso de la nobleza dentro de la monarquía feudal o absoluta y el fundamento de las grandes monarquías en general, hasta que, por último, implantada la gran industria y abiertos los cauces del mercado mundial, se conquista la hegemonía política y crea el moderno Estado representativo. Hoy, el Poder público viene a ser, pura y simplemente, el Consejo de administración que rige los intereses colectivos de la clase burguesa.

La burguesía ha desempeñado, en el transcurso de la historia, un papel verdaderamente revolucionario.

Dondequiera que se instauró, echó por tierra todas las instituciones feudales, patriarcales e idílicas. Desgarró implacablemente los abigarrados lazos feudales que unían al hombre con sus superiores naturales y no dejó en pie más vínculo que el del interés escueto, el del dinero contante y sonante, que no tiene entrañas. Echó por encima del santo temor de Dios, de la devoción mística y piadosa, del ardor caballeresco y la tímida melancolía del buen burgués, el jarro de agua helada de sus cálculos egoístas. Enterró la dignidad personal bajo el dinero y redujo todas aquellas innumerables libertades escrituradas y bien adquiridas a una única libertad: la libertad ilimitada de comerciar. Sustituyó, para decirlo de una vez, un régimen de explotación, velado por los cendales de las ilusiones políticas y religiosas, por un régimen franco, descarado, directo, escueto, de explotación.

La burguesía despojó de su halo de santidad a todo lo que antes se tenía por venerable y digno de piadoso acontecimiento. Convirtió en sus servidores asalariados al médico, al jurista, al poeta, al sacerdote, al hombre de ciencia.

La burguesía desgarró los velos emotivos y sentimentales que envolvían la familia y puso al desnudo la realidad económica de las relaciones familiares.

La burguesía vino a demostrar que aquellos alardes de fuerza bruta que la reacción tanto admira en la Edad Media tenían su complemento cumplido en la haraganería más indolente. Hasta que ella no lo reveló no supimos cuánto podía dar de sí el trabajo del hombre. La burguesía ha producido maravillas mucho mayores que las pirámides de Egipto, los acueductos romanos y las catedrales góticas; ha acometido y dado cima a empresas mucho más grandiosas que las emigraciones de los pueblos y las cruzadas".

En este fragmente se puede observar como las modificaciones en el ámbito de la estructura generan cambios en la superestructura. Así el carácter revolucionario de la burguesía, fruto de las trasformaciones económicas, puede verse en los cambios políticos presentes en el nuevo Estado moderno, que no es más que la representación de un congreso de administración (es decir el Estado es un defensor de los poderes económicos y de la propiedad privada).

Igualmente transformó todos los valores anteriores y la configuración de las libertades y el derechos, pasando a predominar la libertad de mercado como única forma de libertad, terminando por reducir toda relación humana a una mera relación económica, amparadas en el nuevo Derecho burgués y defendidas por el Estado.

Todo ello es una muestra de la interpretación materialista de la realidad, es la estructura económica la que determina las formas de formas de establecer las relaciones económicas y sociales, así como las formas de justificación (ideológica) de las mismas (religión, derecho, filosofía, etc.).

 

"La burguesía no puede existir si no es revolucionando incesantemente los instrumentos de la producción, que tanto vale decir el sistema todo de la producción, y con él todo el régimen social. Lo contrario de cuantas clases sociales la precedieron, que tenían todas por condición primaria de vida la intangibilidad del régimen de producción vigente. La época de la burguesía se caracteriza y distingue de todas las demás por el constante y agitado desplazamiento de la producción, por la conmoción ininterrumpida de todas las relaciones sociales, por una inquietud y una dinámica incesantes. Las relaciones inconmovibles y mohosas del pasado, con todo su séquito de ideas y creencias viejas y venerables, se derrumban, y las nuevas envejecen antes de echar raíces. Todo lo que se creía permanente y perenne se esfuma, lo santo es profanado, y, al fin, el hombre se ve constreñido, por la fuerza de las cosas, a contemplar con mirada fría su vida y sus relaciones con los demás.

La necesidad de encontrar mercados espolea a la burguesía de una punta o otra del planeta. Por todas partes anida, en todas partes construye, por doquier establece relaciones.

La burguesía, al explotar el mercado mundial, da a la producción y al consumo de todos los países un sello cosmopolita. Entre los lamentos de los reaccionarios destruye los cimientos nacionales de la industria. Las viejas industrias nacionales se vienen a tierra, arrolladas por otras nuevas, cuya instauración es problema vital para todas las naciones civilizadas; por industrias que ya no transforman como antes las materias primas del país, sino las traídas de los climas más lejanos y cuyos productos encuentran salida no sólo dentro de las fronteras, sino en todas las partes del mundo. Brotan necesidades nuevas que ya no bastan a satisfacer, como en otro tiempo, los frutos del país, sino que reclaman para su satisfacción los productos de tierras remotas. Ya no reina aquel mercado local y nacional que se bastaba así mismo y donde no entraba nada de fuera; ahora, la red del comercio es universal y en ella entran, unidas por vínculos de interdependencia, todas las naciones. Y lo que acontece con la producción material, acontece también con la del espíritu. Los productos espirituales de las diferentes naciones vienen a formar un acervo común. Las limitaciones y peculiaridades del carácter nacional van pasando a segundo plano, y las literaturas locales y nacionales confluyen todas en una literatura universal.

La burguesía, con el rápido perfeccionamiento de todos los medios de producción, con las facilidades increíbles de su red de comunicaciones, lleva la civilización hasta a las naciones más salvajes. El bajo precio de sus mercancías es la artillería pesada con la que derrumba todas las murallas de la China, con la que obliga a capitular a las tribus bárbaras más ariscas en su odio contra el extranjero. Obliga a todas las naciones a abrazar el régimen de producción de la burguesía o perecer; las obliga a implantar en su propio seno la llamada civilización, es decir, a hacerse burguesas. Crea un mundo hecho a su imagen y semejanza".

En este último fragmento se vuelve a mostrar el carácter revolucionario de la burguesía, en la medida que se caracteriza por una gran capacidad de revolucionar el sistema productivo (estructura) haciendo que las formas de pensamiento (superestructura) se transforme continuamente y no haya nada perenne.

Pero además, dadas las características de expansión del sistema productivo burgués o capitalista, hace que todo se universalice, no sólo el sistema productivo, si no consecuentemente todo el sistema ideológico. Se produce por tanto lo que podríamos denominar una globalización del sistema burgués.

 

(Los subrayados no forman parte del texto, si no que han sido realizados por el autor del tema)

Este texto ha sido tomado de:

http://www.marxists.org/espanol/m-e/1840s/48-manif.htm

Digitalizado para el Marx-Engels Internet Archive por José F. Polanco en 1998. Retranscrito para el Marxists Internet Archive por Juan R. Fajardo en 1999.

Está licenciado bajo Creative Commons Reconocimiento-CompartirIgual 2.0

Ver licencia:

http://www.marxists.org/espanol/admin/legal/deed.es.htm (español)

http://www.marxists.org/admin/legal/cc/by-sa.htm (inglés)


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