1.1. Aristóteles versus Platón

Icono IDevice Un coleccionista de hechos con alma platónica
Imagen de Platón y Aristóteles (fragmento del cuadro la Escuela de Atenas de  Miguel Angel)
Imagen 2. Platón y Aristóteles

La filosofía de Aristóteles, como ya hemos indicado, es crítica con la concepción de Platón. Aristóteles es un coleccionista de hechos, al que le interesan las cosas individuales y la información empírica de las mismas. Sin embargo, sigue siendo un platónico, que desea descubrir los aspectos internos que subyacen bajo las realidades individuales y que le llevan a plantear la necesidad de un saber supremo (filosofía primera) que explicite la esencia de las cosas.

Por ello, Aristóteles desarrolló una metodología adecuada que le permitiera romper con los viejos prejuicios racionalistas y conceder al conocimiento empírico una importancia fundamental. Pero también necesitaba un conocimiento superior desarrollado por un razonamiento lógico, aunque basado en el conocimiento empírico.

A pesar de su platonismo, Aristóteles realiza una crítica a Platón que puede verse en los Libros I, VII, XIII y XIV de la Metafísica y se puede resumir de la siguiente manera:

  • Aristóteles no entiende el carácter de entidades separadas que Platón confiere a las Ideas, ya que si las Ideas existen de forma separada de las cosas, estas últimas son entidades independientes.
  • Platón duplica de forma innecesaria la realidad, con lo cual tenemos que explicar dos mundos.
  • El mundo de las ideas no explica el mundo de las cosas, puesto que si las ideas están separadas de las cosas, entonces no son esencias de las mismas. Es decir, ¿cómo la esencia de una cosa va a estar separada de ella?
  • La relación de participación entre las cosas y las ideas o la afirmación de que las ideas son paradigmas (modelos) de las cosas no es más que una mera metáfora poética sin sentido, que no puede ser mantenida.
  • Tampoco las ideas permiten explicar el hecho innegable del movimiento o cambio de las cosas, y aunque Platón afirme que las ideas son causas de las cosas, no son causas motrices; de ahí la necesidad platónica de recurrir a la figura del Demiurgo.
  • Finalmente, Aristóteles critica la matematización de la T.I., ya que no resuelve los problemas, sino que los agrava y, además, termina por convertir al platonismo en un pitagorismo.

En resumen, Aristóteles mantiene que: no es posible que la esencia de las cosas (ideas) exista de forma separada. Sin embargo, mantiene la herencia socrática y platónica que defiende que la ciencia versa sobre lo general y universal, es por tanto una búsqueda de la esencia común que se encuentra presente en las cosas mismas y no fuera de ellas.

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