2. El racionalismo
“Y el mundo pasó a ser un reflejo en la mente del ser humano”
Imagen 9 Reflejos en espejos |
Tras la crisis del modelo de filosofía y la visión del mundo de la escolástica, fundamentalmente acontecida a partir de la revolución copernicana y de la nueva organización social burguesa, es necesario plantear las bases de una nueva teoría del conocimiento, que se ajuste a la nueva ciencia y una nueva visión del mundo, más acorde con la vivencia del mismo y los planteamientos de la ciencia.
Dos son las características fundamentales propias de la teoría del conocimiento moderno:
- la preponderancia del sujeto como elemento que lleva a cabo el proceso de conocimiento (idea ya establecida en el renacimiento) y como consecuencia de ello;
- la propia forma de entender el conocimiento. El acto de conocer no es algo que se relacione con las cosas mismas, como ocurría en la antigüedad, sino con los pensamientos.
Esto tiene como consecuencia, que no conocemos la realidad sino las representaciones que el sujeto hace de la realidad; nuestro conocimiento es un conocimiento de ideas, y éstas son representaciones de lo real. Ante ello, surge uno de los problemas clásicos de la filosofía moderna:la objetividad del conocimiento. Si no conocemos la realidad directamente, si no las representaciones que nosotros nos hacemos, cabe preguntarse: ¿en qué medida esas representaciones son objetivas?, es decir, ¿en qué medida se corresponden con la realidad?.
Matrix
Tres son las corrientes que pretenden solucionar estos problemas: Racionalismo; Empirismo; y el Idealismo Trascendental kantiano. Nosotros comenzamos ahora con el racionalismo.