1. Un nuevo contexto cultural y nuevos problemas

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imagen 2. Distintos modelos de ser
humano: Solón, Pericles y Alcibiades

El tema del ser humano ya había sido abordado en la filosofía presocrática. La naturaleza es el problema principal en la filosofía presocrática, pero algunos filósofos trataron problemas relacionados con el ser humano. Los pitagóricos desarrollaron una teoría del hombre y del alma, Heráclito también reflexionó sobre el alma humana, la moral y la política e igualmente sucedió con Demócrito.

Entonces, ¿cómo es que hablamos ahora del giro antropológico? La razón es que ahora el tema del ser humano va a ser el tema central de la filosofía. Y el objetivo fundamental es dar respuesta a los problemas prácticos cotidianos, que tienen mucho que ver con la nueva situación democrática y con las responsabilidades de ciudadanas de participación en la marcha de la ciudad.

Por todo ello, y para comprender esta nueva forma de hacer filosofía es muy importante que realicemos una sencilla aproximación a este nuevo contexto socio-político.

LA APARICIÓN DE LA DEMOCRACIA

Imagen 3. Ágora de Atenas

Nos encontramos entorno a mediados del s. V en Atenas, es la época del denominado siglo de Pericles y del esplendor de la democracia y cultura ateniense.

La democracia ateniense fue fruto de la evolución de un conjunto de reformas políticas, que se inician con Solón y Clístenes y que finalizan con Efialtes y Pericles. A partir de ellas se fue introduciendo una mayor participación ciudadana y la aristocracia de sangre fue perdiendo sus privilegios políticos. Esto fue debido, entre otras causas, a la participación de las clases más populares en la guerra contra los persas, que terminaron por solicitar su derecho de ciudadanía al haber participado en dicha guerra.

Aunque el concepto de ciudadanía no está muy claro en la Grecia Clásica, podemos definirlo cómo la capacidad de participar en política. No es que uno por ser ciudadano participe en política, si no que por poder participar en la política adquiere el estatus de ciudadano.

Ser ciudadano es pues, participar, tanto en el gobierno de la polis, como en el resto de instituciones, así como en la defensa de la ciudad. Este hecho nos permitirá entender además el sentido de la muerte de Sócrates en defensa de las leyes de la ciudad.

La democracia ateniense vive en el Ágora y en el ámbito de la palabra, del discurso. Por el ágora pasan todas las cuestiones importantes de Atenas y en la Asamblea (en la época de Pericles participaban unos cuarenta mil ciudadanos) son discutidas y votadas. Estas discusiones, que en principio tienen una característica práctica (resolver problemas cotidianos), sin embargo, remiten a cuestiones teóricas, como: qué es lo justo, o cuáles son las normas por las que debe regirse la ciudad.

Posteriormente a la muerte de Pericles y la derrota en la guerra del Peloponeso, la democracia entró en crisis, sobre todo en la época de los denominados demagogos (época de Alcibiades). Hecho que, sin duda, hizo adquirir a la democracia tan mala prensa en la literatura política de finales del s. V y en el s. IV.

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