2. El contexto de la filosofía de Platón

Icono IDevice Sobre las circunstancias de su pensamiento

Una consideración sobre este asunto. Vamos a abordar el siguiente punto, con el objetivo de que comprendas el porqué del pensamiento platónico. Pero recuerda, que además te resultará útil, para responder a la tercera cuestión del ejercicio de selectividad, que consistirá en "Comentar las circunstancias históricas y sociopolíticas que condicionaron o influyeron en el pensamiento del autor".

Un ejemplo de pregunta podría ser el siguiente:

Comente las circunstancias históricas y sociopolíticas que condicionaron o influyeron en el pensamiento de Platón.

El contexto cultural de la época

Es importante referirnos a algunos aspectos del contexto cultural de la época, para comprender el pensamiento de Platón. En la introducción ya se indicaron, esquemáticamente, algunos elementos que mueven el pensamiento platónico, ahora nos referiremos a ellos atendiendo al contexto de la época.

¿Por qué a Platón le interesa la política?

El contexto social y político de la época hacen que la reflexión política sea un aspecto importante en la filosofía platónica. Los distintos avatares acaecidos durante el siglo V a.C. ya habían producido una reflexión política sobre la justicia política, siendo los sofistas y Sócrates los personajes más representativos de esta época. Platón se encuentra en una época de inestabilidad política, caracterizada por el paso de la democracia a la tiranía y la posterior instauración de la democracia. Estas circunstancias determinan el pensamiento político de Platón, el cual pasa de ser un joven decidido a intervenir en política, a estar asqueado en su madurez por el mal funcionamiento de las distintas formas de organización política. Por ello, el Platón de la República es el teórico del Estado ideal o utópico, desencantado de la política concreta.

Comencemos por presentar un breve resumen de la evolución política de Atenas, aunque en el tema anterior (Los sofistas y Sócrates) ya se apuntaron algunos aspectos.

Las formas de gobierno de Atenas van evolucionando desde las organizaciones monárquicas propias de la época micénica, las formas aristocráticas, los inicios de democratización por parte de lo que podríamos denominar burguesía o introducción en el gobierno de las clases medias con la introducción de éstas como hoplitas en el ejército, hasta llegar a la constitución democrática de Atenas, propia del denominado siglo de Pericles, que llevó a esta ciudad a alcanzar su máximo esplendor.

Sistemas políticos de la antigua Grecia
Imagen2. Sistemas políticos de la antigua Grecia
Mapa de la Guerra del Peloponeso
Imagen 3. Mapa de la Guerra del Peloponeso

Como ya vimos en el tema 2, Sócrates pudo asistir en su juventud al funcionamiento de una democracia impregnada aún de los valores tradicionales, donde la política funcionaba de forma estable y respetuosa con las leyes. Más tarde, la política imperialista de Atenas, unida al gobierno de los denominados demagogos (demócratas jóvenes influidos por las enseñanzas de los sofistas), llevó a ésta a la catástrofe final, que culmina con la derrota en la guerra del Peloponeso.

En el ambiente cultural de la época dominaban los sofistas, los cuales se presentaron como críticos de los valores tradicionales de Atenas y formaron parte o estuvieron al lado del gobierno de los demagogos, incluso alguno formó parte de la Tiranía de los treinta, forma de gobierno antidemocrática anterior a la posterior instauración de la democracia en 403. Los sofistas manifestaban además un relativismo cultural, que era la base teórica sobre la que se planteaba la disolución de estos valores tradicionales.

La concepción moral y cultural de los sofistas, unida a las prácticas políticas del momento, acabó con el espíritu tradicional de unión entre el individuo y la polis e introdujo la separación de individuo y Estado. Ante esta situación, Sócrates se enfrenta a los sofistas, tratando de recuperar el compromiso del ciudadano con la ciudad; compromiso que le lleva a acatar las leyes de la misma y a morir por su cumplimiento y en defensa de las virtudes tradicionales.

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Imagen 4. La muerte de Sócrates

Todo parece indicar, que el motivo por el que Platón elaboró su pensamiento político fue la muerte de Sócrates (Platón consideraba a Sócrates "el más justo de los hombres de su tiempo"), la cual le hizo perder a Platón la confianza en la justicia "real". El propio Platón, ya anciano, en una de sus cartas, reconocerá que fue este hecho, y lo que precedió al mismo, lo que le hizo desistir de su interés por la política profesional.

Platón, por tanto, deja de confiar en encontrar la justicia en la vida pública de la sociedad de su tiempo. La justicia sólo podía llegar, cuando los dirigentes políticos fueran filósofos o cuando los filósofos llegaran a gobernar. Sólo en el caso de coincidir en una misma persona el filósofo y el gobernante, se podía llegar a conseguir un Estado que encarne la idea de justicia. Este pensamiento ya no abandonaría a Platón a lo largo de su vida.

Después de estos acontecimientos vendrían sus viajes a Italia, a Siracusa, donde, en vano, intentará poner en práctica su modelo de estado ideal, siguiendo los esquemas esbozados en La República. En algunos pasajes de esta obra esencial dejará patente la decepción que le produjo los derroteros finales del sistema democrático de la polis ateniense, que desembocará en un régimen demagógico tras la muerte de Pericles. Es por ello, que el diseño de un modelo de Estado justo se convertirá en el motor de su filosofía.

Como ya he afirmado anteriormente, la reflexión platónica sobre la justicia surge en un ambiente cultural donde ya se ha planteado un profundo debate sobre la misma. Dos son las posturas teóricas diferenciadas y opuestas a Platón, que crearon el caldo de cultivo de la reflexión política platónica.

A pesar de que todos los sofistas coincidían en que la ley y por tanto la justicia se fundamentaba, en último término, en el interés y la conveniencia; sin embargo, discrepaban sobre quiénes se beneficiaban de este hecho. Así, mientras Protágoras afirma que la justicia es algo ventajoso para todos los ciudadanos, Trasímaco (Libro I República) define la justicia como el interés del más fuerte y Glaucón (libro II República) afirma que el impulso natural del ser humano es el egoísmo y si se someten a las leyes y a la justicia es por el miedo que les produce el desorden social, con lo que es justo según la ley, es injusto según la naturaleza humana.

La tercera postura previa a Platón, en este caso coincidente con su pensamiento, es la defendida por Sócrates. El cual, preocupado por la decadencia de la polis y la falta de respeto a las leyes, arremete contra las posturas sofistas. Frente al relativismo de los sofistas, Sócrates manifiesta la posibilidad de establecer una definición objetiva de lo que es la justicia.

Este es el ambiente en que se sitúa la filosofía platónica, y más concretamente el diálogo "La República". Por ello, la preocupación fundamental de la filosofía platónica va encaminada a disolver el relativismo de los sofistas siguiendo la tradición de su maestro Sócrates. La República es un tratado de moral y de política, en la medida que el interés de la obra va encaminado a la definición de lo que es la justicia como virtud individual y como virtud de la polis. Sin embargo, no son estos los únicos temas de la obra, ni tan siquiera los más extensamente tratados. La teoría ontológica y gnoseológica (teoría sobre la realidad y el conocimiento) de las ideas ocupa un lugar primordial, así como su concepción antropológica, y sobre todo la educación es uno de los temas claves.

¿Por qué el interés por el conocimiento y las verdades universales?

En lo que respecta al pensamiento metafísico hay que buscar las raíces más inmediatas, en el pensamiento de Sócrates y en sus disputas con los sofistas. Sócrates estaba convencido de que había que superar el relativismo de los sofistas y encontrar una respuesta precisa, "epistémica"Es decir, desde el conocimiento y más en concreto desde el conocimiento científico., a la cuestión de los valores morales y sobre todo de conceptos centrales como bien o justicia.

Los sofistas defendían posturas relativistas, sobre todo, en la moral, las costumbres y leyes sociales. Esto tenía como consecuencia la imposibilidad de poseer un conocimiento riguroso, que tratara sobre cuestiones de valor universal, a la par, que imposibilitaba establecer conductas estables al margen de las costumbres sociales y de los tiempos. Platón pretende establecer la existencia de entidades estables y de carácter universal con las cuales sustentar teóricamente el pensamiento de su maestro Sócrates, derribando el relativismo de los sofistas, y posibilitando el establecimiento de un Estado Justo, al margen de los vaivenes de las costumbres de las distintas sociedades.

Aunque un poco más alejado en el tiempo, seguían sonando los ecos del pensamiento de los físicos, sobre todo de Parménides y de Heráclito. La filosofía de Parménides había conseguido establecer un saber científico y racional, que trataba sobre el ser único, inmutable e imperecedero. Con Parménides, al disponer de entidades estables, la ciencia es posible. Pero la consecuencia del pensamiento de Parménides es la negación lógica y ontológica del no-ser y como conclusión la negación del cambio y del movimiento. Para Platón la realidad del cambio no puede ser negada de forma tan tajante como hacía Parménides, de ahí la necesidad de establecer una teoría, que permita salvar la realidad de las cosas particulares y cambiantes, sin perder la existencia entidades estables sobre las que versa el conocimiento científico. Como veremos, defendiendo esta doble realidad consigue una base ontológica (Teoría de la realidad) que fundamenta la concepción absoluta de la verdad defendida por Sócrates.

Así, persuadido de la idea de que las definiciones rigurosas son posibles, prosigue un camino abierto por los pitagóricos, Parménides y Heráclito. Para ellos, al igual que para Sócrates, la esencia de todo sólo es accesible a la razón humana, pero no a los sentidos. Aunque será en Parménides donde encontrará una formulación tan nítida, que le permita distinguir entre los caminos de la verdad (ciencia) y de la opinión. Aunque a diferencia de Parménides salvará la realidad de lo captado por los sentidos.

En el reino de lo inteligible, distingue Platón entre pensamiento discursivo y dialéctico, siendo a este último procedimiento al que reserva el más alto grado de conocimiento: el que da vía libre a las ideas. La dialéctica es otro ejemplo de la influencia socrática, ya que la dialéctica es un desarrollo de la mayéutica socrática.

Finalmente el indeterminismo establecido por los atomistas no le parece razonable, el orden no surge del desorden, de ahí la necesidad de establecer una teoría determinista de la realidad.

Imagen 5: Esquema sobre la intencionalidad de la filosofía platónica
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Responde a estas sencillas preguntas de verdadero o falso y así podrás verificar si has captado las ideas fundamentales sobre el interés por la política en Platón


1. ¿Podemos decir que el pensamiento político de Platón se centra en desarrollar un Estado ideal?

Verdadero Falso


2. ¿Es cierto que Platón solo tuvo experiencia de regímenes democráticos?

Verdadero Falso


3. ¿No es verdad, que la muerte de Sócrates apenas influyó en el pensamiento político de Sócrates?

Verdadero Falso


4. La reflexión sobre la Justicia de Platón se enfrenta a planteamientos contrarios al suyo, como el convencionalismo de los sofistas o la imposibilidad de un fundamento natural fruto del mecanicismo de los atomistas.

Verdadero Falso


5. Platón coincidía con Sócrates, en defender la posibilidad de establecer una definición objetiva de la justicia.

Verdadero Falso
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Completa el siguiente texto, con los términos que se indican, y tendrás una referencia de las influencias filosóficas recibidas por Platón y de la oposición de Platón a algunas ideas de filósofos anteriores.

Los términos son los siguientes:

atomistas cambiantes científico estables justicia
Parménides relativismo sentidos socrático  

El de los sofistas impedía disponer de un conocimiento y el indeterminismo de los causaba un mundo desordenado y sin posibilidad de finalidad en el Cosmos. Platón, partiendo del pensamiento y de la consideración de de la ciencia y del ser, afirmará la existencia de entidades , accesibles a la razón, pero también mantendrá la existencia de entidades cambiantes, que son conocidas por los . Al disponer de entidades inmutables, podemos tener ciencia y definir conceptos, como la , de forma absoluta. Al mantener la existencia de realidades , podemos salvar la existencia de la realidad sensible, aunque ésta sea una realidad de segundo grado.

  

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