Como ya has podido observar con los mínimos nos vamos a centrar en dos problemas: las relaciones fe razón y las relaciones Iglesia Estado. En el fondo, en ambos casos, lo que se está planteando es una cuestión de poder o de dominio de un ámbito sobre otro. Por un lado, el cristianismo, con su concepción de ser poseedora de la verdad absoluta no podía permitir la existencia de concepciones opuestas, contrarias o diferentes a la fe. También la Iglesia pretendía llevar sus ideas al ámbito social y poder controlar este ámbito desde su concepción ideológica.

Por otro lado la filosofía también quería defender la independencia de su pensamiento y la necesidad de llevar la racionalidad crítica a todos los ámbitos del pensamiento. Igualmente el poder político, además de querer controlar la religión, tampoco podía o quería permitir que la Iglesia dominara el ámbito civil y político.

Así que aunque, en principio podamos pensar que no existe en la religión nada que pueda llevar a relacionarla con la filosofía o con las cuestiones políticas y de poder, existieron circunstancias históricas y de pensamiento que llevaron a que se produjeran estas relaciones en este periodo que vamos a estudiar y que va desde el origen del cristianismo hasta el final de la edad media. Por cierto, la problemática de estas relaciones no finalizó con la edad media sino que continuó y sigue presente en nuestros días.