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1.- CONTEXTO SOCIAL Y POLÍTICO DEL XIX

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De todos es conocido, que el siglo XIX es el siglo de las revoluciones sociales y políticas. Entre otras cosas, la trasformación sufrida por Europa termina por acabar con el Antiguo Régimen, iniciando nuevas sistemas de gobierno.

En el ámbito cultural la Universidad vuelve a ser el centro principal del pensamiento y de la ciencias, sobre todo en Alemania y Francia.

En el ámbito de la filosofía, el pensamiento de Hegel se extiende por toda Europa, proponiendo una nueva concepción de la racionalidad. La filosofía vuelve a ser metafísica y sistemática, descubriendo un nuevo método, el método dialéctico.

Los seguidores de Hegel se escinden en dos bandos: la denominada derecha hegeliana, continuadora del sistema hegeliano, y la izquierda hegeliana, que se centra en el desarrollo del método dialéctico, siendo críticos con el pensamiento hegeliano.

Marx, en sus inicios, formó parte de la izquierda hegeliana y se presentó como crítico del idealismo romántico e incluso de la izquierda hegeliana, revalorizando al ser humano y su mundo. Así frente a Hegel, que pretende interpretar la realidad desde la Idea, Marx invierte su pensamiento, partiendo de la realidad de la persona. Desde ésta se puede interpretar el pensamiento (idea) y transformar activamente la realidad.

Posteriormente el pensamiento de Marx dio lugar a distintas interpretaciones, y por tanto, a múltiples marxismos: Lenin, Troski, Stalin, Lukacs, Rosa Luxemburgo, Gramsci, Mao, Bloch, Marcusue, Althusser, etc.

Varias son las circunstancias que confluyen, influyendo, en el pensamiento de Carlos Marx: desarrollo del capitalismo industrial, movimientos sociales de la época y la filosofía posthegeliana.

 

* El desarrollo del capitalismo industrial

 

houndsditchEl desarrollo del capitalismo industrial es posiblemente una de las circunstancias más determinantes del pensamiento de Marx, sobre todo las consecuencias que de él se derivan, como son las relacionadas con la explotación de los trabajadores y las desigualdades sociales. A modo de ejemplo podemos indicar algunas situaciones generadas por el capitalismo:

  • Jornada laboral de 14 horas o más, trabajando los domingos y sin vacaciones.
  • Mala situación de las mujeres y los niños que trabajan esas horas.
  • Las enfermedades y los accidentes laborales dejan a los trabajadores sin empleo.
  • No hay jubilación y el despido es totalmente libre.
  • Se vende por anticipado el trabajo de los hijos, de tal forma que si el padre pide dinero por anticipado, llegado el tiempo de trabajar del hijo, éste no cobra salario.
  • Los salarios son lo más bajo posibles, procurando que el trabajador no muera de hambre.

Así pues, el siglo XIX es el siglo del desarrollo del capitalismo industrial, resultante de la evolución del capitalismo comercial de los siglos XVII y XVIII. Este último ya había puesto en tela de juicio los cimientos de la organización feudal, generando las revoluciones burguesas que culminaron con la revolución francesa. Inglaterra es la nación en la que se da una evolución más rápida hacia el capitalismo. Junto con Inglaterra otros países como Francia, Estados Unidos y otros van entrando dentro de la economía capitalista. Podemos decir que el capitalismo se consolida definitivamente como sistema económico dominante a escala mundial durante el siglo XIX.

 

* Un siglo de revoluciones

 

El siglo XIX en Europa está marcado por una serie de revoluciones.

800px-adolf_friedrich_erdmann_von_menzel_021En primer lugar la revolución industrial . El siglo XIX es la época de la revolución industrial que surge en Inglaterra a partir de la invención de la máquina de vapor y sus consecuencias: ferrocarril, siderurgia, etc. La burguesía se impone: es la época del Liberalismo, que coincide con la independencia de Estados Unidos.

La revolución industrial incide en la creciente importancia de la burguesía, la constitución del Estado liberal burgués, el imperialismo político y el capitalismo monopolista que generará crisis económicas y conflictos entre las distintas naciones.

Este nuevo sistema productivo también generó una situación de servidumbre provocada por el trabajo asalariado, la explotación de los trabajadores y la vida de estos en verdaderas situaciones de miseria. Esta situación, como ya he indicado anteriormente, influye de una manera determinante en la importancia que Marx da a la liberación de la clase trabajadora y a la necesidad de acabar con un sistema injusto que causa una deshumanización en la vida de las personas.

Como consecuencia de todo ello, se generan distintas revoluciones sociales en Europa: 728px-eugne_delacroix_-_la_libert_guidant_le_peuple

  • La revolución de 1820 , que se inicia en Alemania con carácter político, social y económico, de tipo liberal. En ella se da una fuerte agitación, sobre todo por parte de los universitarios, para obligar al Gobierno a conceder Constituciones a los diferentes Estados.
  • La revolución de 1830 iniciada en Francia y extendida rápidamente a toda Europa. El fundamento está en el nacionalismo, el liberalismo, la democracia, el capitalismo y el auge de la burguesía. Y también en el crecimiento popular la las clases obreras.
  • La revolución de 1848 surgida en Francia, en la que suceden varios movimientos revolucionarios Se acaba con la monarquía liberal de Luis Felipe, sustituyéndola por la II República, de carácter democrático. Las causas de esta revolución fueron el descontento político y la crisis económica.
  • Por último señalar la revolución de 1868 en España, donde se destrona a Isabel II y se forma un gobierno provisional formado por Serrano, Prim y Sagasta.

Fruto de esta situación, cobra una importancia decisiva la economía a la hora de comprender el funcionamiento del sistema productivo capitalista y descubrir la injusticias que tras él se ocultan y justifican.

La importancia de la economía, la había descubierto Marx, fundamentalmente a través de los economistas británicos. De Adam Smith recoge la idea de que es mediante el trabajo como ingresa el hombre en la relación social. También, asume, que la economía es el fundamento de las contraposiciones entre las distintas clases sociales, tal y como había afirmado David Ricardo.

Otra circunstancia relevante para comprender la importancia que la economía juega en el pensamiento marxiano, es el propio desarrollo de la ciencia . La ciencia sigue siendo el elemento de referencia de todo saber, y adquiere una importancia especial sobre todo en el desarrollo tecnológico del capitalismo.

Esta circunstancia influye poderosamente en Marx a la hora de intentar fundamentar sus teorías mediante la economía, y conseguir así, una interpretación científica de la sociedad, de la historia y de la situación de alienación del obrero. Con ello Marx presenta su teoría como socialismo científico, frente al socialismo utópico que, por su componente teórico, no tiene en cuenta los aspectos reales.

Tampoco podemos olvidar la importancia que el factor tecnológico tiene en estos momentos de la revolución industrial. Y de ahí la influencia de este factor en la importancia que Marx concede a la acción frente a la contemplación. El ser ya no equivale a ser contemplado como se había afirmado desde la tradición griega, sino a ser manipulado; y de ahí la importancia de la acción, de la praxis frente a la teoría. También influye en el concepto de esencia humana. Marx ya no la entenderá como naturaleza, si no como algo que se va gestando. Los medios de producción son los que determina el ser humano y el desarrollo de la historia.

 

* Los movimientos sociales

 

Otra circunstancia digna de ser tenida en cuenta es la importancia de los movimientos sociales en esta época. El siglo XIX es un siglo de efervescencia social generada por las consecuencias del desarrollo del capitalismo y de las revoluciones burguesas.

No cabe duda que Marx estuvo muy influido por estas situaciones. La influencia del socialismo utópico francés, del anarquismo, de los movimientos obreros y del ala más liberal o izquierdista del pensamiento hegeliano, son muy importantes para comprender la obra de Marx; a pesar de que fueran superados generando una nueva concepción, que aunque recoge algunas aportaciones de estos movimientos, cobran una nuevo sentido en el materialismo histórico marxiano.

Del liberalismo renano, propio de su ambiente familiar y de amistad, recibe las influencia del pensamiento social ilustrado y del socialismo de Henri de Saint Simon y Charles Fourier , en clara oposición con el despotismo militar y la política represiva ejercida en Prusia, que tan claras consecuencias negativas tuvo en la región de Mosela, de la que era natural Carlos Marx. Posteriormente Marx mantuvo contacto y conocimiento de los teóricos sociales y de los movimientos sociales de la época.

Así mismo, también resulta relevante destacar la influencia del comunista Moses Hess , en la importancia que Marx da a la alienación económica como alienación fundamental y a la necesidad de destruir la propiedad privada y la sociedad burguesa con la consiguiente instauración del comunismo.

 

* La filosofía hegeliana y posthegeliana

 

Pero es la filosofía hegeliana, desde Hegel a Feuerbach, la más influyente y la más necesaria a tener en cuenta para comprender el sentido de la filosofía marxiana.

De Hegel toma la concepción dialéctica y dinámica de la realidad y la negatividad como motor dialéctico de la historia. También asume la necesidad de entender la realidad desde una clave subjetiva, es decir dependiente del sujeto; sólo que no entendida teóricamente como hace Hegel, sino desde la perspectiva de la praxis, la naturaleza no es independiente del sujeto humano, sino el fruto de una relación dialéctica de ambos donde la naturaleza aparece transformada por la praxis humana.

La izquierda hegeliana , aunque superada por él, también tuvo una gran importancia en el pensamiento de Marx, sobre todo desde la crítica a la filosofía hegeliana como intento de liberación política. El filósofo dentro de este movimiento que más influencia ejerció en el pensamiento de Marx, fue Ludwig Feuerbach. Ya que a través de su materialismo invirtió el idealismo hegeliano, al afirmar que son las condiciones materiales las que determina al pensamiento o a las formas de conciencia.

Feuerbach invierte el planteamiento idealista de Hegel, que consideraba que la Idea es quién pone o crea a la naturaleza: de hecho, la realidad sensible, material, no es mas que una manifestación (alienación) del Espíritu. Feuerbach reivindica la originariedad de la Naturaleza, lo material es lo verdaderamente real y no una manifestación del Espíritu.

También critica a la filosofía hegeliana, por ser una teología racionalizada, ya que la afirmación hegeliana: "la realidad es puesta por la Idea", sólo constituye una expresión racional de la doctrina teológica; según la cual, la naturaleza es creada por Dios. En relación con esto, critica la religión y la teología, reduciendo las mismas a antropología , en el siguiente sentido. La religión se basa en la naturaleza humana, Dios es para el hombre lo que el hombre debería ser para si mismo; así el hombre se aliena al concebirse a si mismo, teóricamente, como algo distinto de sí, como Dios, creando con ello la religión. Por tanto Dios no es más que una creación del ser humano, el cual proyecta su esencia fuera de sí, otorgándola características de infinitud, y considerándola como un otro, que está por encima de él y al cual tiene que someterse.


2.- VIDA Y OBRAS DE CARLOS MARX.

 

Marx es una de las figuras más representativas de la historia del pensamiento. Sus obras han tenido gran influencia en las distintas disciplinas como: la economía, la sociología, el derecho y, claro está, en la filosofía.

Este curioso personaje nace en la ciudad alemana de Tréveris en el año 1818. Desde temprana edad es consciente de la importancia que el trabajo tiene a la hora de desarrollar a la persona humana y a toda la humanidad. Así, en 1835 en un escrito titulado Reflexiones de un joven a la hora de elegir una profesión realiza las siguientes afirmaciones:

"La gran preocupación que debe guiarnos al elegir una profesión debe ser la de servir al bien de la humanidad y a nuestra propia perfección (...) la naturaleza humana hace que el hombre sólo pueda alcanzar su propia perfección por el bién de sus semejantes".


marx2 Marx pasa unos años en Bonn dedicado a la poesía y forma parte de algunas asociaciones románticas como El club de la taberna de Tréveris o El club de los poetas.

En 1837 abandona la poesía para centrase en los estudios de derecho, estos le llevan a ponerse en contacto con la filosofía de Hegel , tratando de buscar un fundamento teórico para el derecho. En estos momentos entra en contacto con la izquierda hegeliana, movimiento critico de la religión y la política, que se apoya en el método hegeliano.

En 1842 se hace cargo de La Gaceta Renana, periódico liberal, desde el cual descubre las condiciones reales del funcionamiento de la vida política, económica y social: los propietarios, fruto del desarrollo económico, son los que dominan el Estado y sus aparatos institucionales. Descubriendo así, que los funcionarios, el gobierno y las leyes alemanas representan, fundamentalmente, los intereses de la nobleza, el clero y los terratenientes.

A partir de estos momentos, en 1843, en Los Anales Franco Alemanes, revista de izquierdas, establece una revisión de los planteamientos de Hegel y Ludwig Feuerbach .

En 1844 rompe con Ruge , colaborador en los Anales Franco Alemanes, al no confiar, Marx, en una reforma proveniente de la revolución política y ésta a su vez del desarrollo de la conciencia. La reforma social vendrá de la mano del proletariado. Recibe en estos momentos el influjo del socialista Moses Hess , el cual afirmaba que la alienación fundamental es la económica, y para superarla, era preciso destruir la propiedad privada. engelsyoung

Es importante destacar también el influjo de Engels , amigo inseparable, que le permite fundamentar económicamente su pensamiento. Las aportaciones de Engels, en estas momentos, son las siguientes:

  • la naturaleza histórica (no eterna) del capitalismo.
  •  la función de la economía como clave de la sociedad moderna y de la propiedad como fundamento de las relaciones sociales burguesas.
  • la tendencia del capitalismo a la reducción de salarios y concentración de capitales.

A partir de estos momentos es cuando se empiezan a gestar las grandes obras del pensamiento marxista:

 

Y sobre todo a partir de 1859 es cuando Marx abandona sus planteamientos filosóficos para centrarse en el estudio de la economía y fundamentar así, su concepción materialista de la sociedad desde el rigor científico de la economía.

3.-EL MATERIALISMO HISTÓRICO COMO MATERIALISMO DE MARX

 

A menudo se identifica el materialismo de Marx con el materialismo dialéctico o el materialismo histórico. Estas denominaciones, que se establecieron posteriormente, pueden impedir una buena comprensión del pensamiento marxista, por eso prefiero denominar al pensamiento de Marx como materialismo a secas.

No obstante es interesante aclarar algunos de estos términos, para así precisar mejor el pensamiento del propio Marx.

DIALÉCTICA: La dialéctica supone, como en Hegel, entender la realidad como proceso, como una totalidad de elementos inter-relacionados. Pero Marx no acepta su interpretación idealista, sino como normalmente se dice, invierte el proceso dialéctico de Hegel. Al considerar a la naturaleza no como el resultado o el producto de algo previo y distinto a ella , sino como algo originario y de la cual surgen todas las cosas. Esta naturaleza es concebida como una totalidad, la cual encierra una contradicción, que es superada mediante una negación de la misma, esta negación consiste en la trasformación de la estructura y del orden real contradictorio y la instauración de otro nuevo. Por tanto la dialéctica de Marx es una dialéctica materialista.

MATERIALISMO: La concepción materialista supone dar una importancia primordial a la naturaleza, pero no al modo como el materialismo mecanicista del XVIII, sino que la naturaleza va a ser concebida desde categorías sociales. La naturaleza física no interviene directamente en la historia universal, sino mediatamente, como proceso de producción material, fruto de relaciones naturaleza-hombre. Lo que interesa es la naturaleza como producción material, mediada y trasformada por la actividad humana social.

Teniendo en cuenta todo esto cabe decir que el denominado materialismo dialéctico, es más una obra de Engels (Dialéctica de la naturaleza y Anti-Dühring), que del propio Marx; y en él se yuxtaponen un materialismo social y un materialismo metafísico. Aunque Engles no utilizó el término materialismo dialéctico, si inició un desarrollo de una Filosofía de la naturaleza materialista.

La formulación del denominado materialismo histórico es más genuina del propio Marx. El materialismo de Marx implica la negación de la autonomía de las ideas respecto a las condiciones materiales de la existencia humana, y también el carácter dialéctico e histórico de esa base material. La formulación definitiva del mismo aparece en su obra la Contribución a la crítica de la economía política, aunque también podemos decir que aparece en El manifiesto comunista.

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El materialismo de Marx establece una diferencia en la sociedad entre estructura económica y superestructura.

  • La estructura económica constituye la base real de la sociedad. Tal estructura está constituida por:
    •  Las relaciones de producción , que son las relaciones que se establecen entre los hombres de acuerdo con su situación respecto a las fuerzas de producción. Son las relaciones que se establecen entre los propietarios de los medios de producción y los trabajadores. Estas relaciones son:
      • conflictivas:explotador-explotado (amo-esclavo; capitalista-obrero). Son de explotación porque el trabajador vende su fuerza de trabajo al precio y condiciones que establezca el dueño de los medios de producción.
      • antagónicas: porque unos defienden la propiedad de los medios de producción como algo exclusivo y otros defienden estos medios como algo colectivo.
      • El concepto de fuerzas productivas hace referencia al trabajo o fuerza de trabajo y los medios de producción, son el resultado o combinación de dos factores, la fuerza del trabajo ( energía humana ) y los medios que tienen los trabajadores para realizar el trabajo. Las fuerzas productivas se mueven dentro del marco de las relaciones de producción. Jurídicamente, estas fuerzas se expresan por las relaciones de propiedad. En el sistema capitalista, la burguesía posee los medios de producción, y el trabajador sólo posee la fuerza del trabajo.

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  • La superestructura está constituida por las formas de conciencia o formas ideológicas, que no son sino el conjunto de representaciones y valores de la sociedad de un momento dado. La ideología dominante en cada momento corresponde a la ideología de la clase dominante. Como tal, tiende a justificar la estructura económica del momento. La superestructura es determinada o condicionada por la estructura económica. En la superestructura están presentes los siguientes elementos:
    • jurídico-políticos: instituciones y normas que reglamentan el conjunto de la sociedad.
    •  ideológicos: conjunto de ideas, creencias, costumbres... que configuran la conciencia social. Por ejemplo, la Religión, la Filosofía... La ideología es un producto de la mente humana ( forma de conciencia deformada ).

Para Marx lo importante es la infraestructura o estructura económica. La superestructura es algo añadido.

El conflicto se genera en el seno de la estructura económica y estalla merced a que el desarrollo normal de las fuerzas productivas es tal, que llega un momento que no encuentra un marco adecuado en las relaciones de producción en el que han venido desarrollándose. Se entra así en una fase de revolución social, que trasforma también la superestructura ideológica.

Siguiendo esta dinámica, Marx afirmaba que el desarrollo del sistema capitalista de producción conduciría inevitablemente a la superación de la sociedad burguesa y de la propiedad privada en la que el propio sistema estaba asentado.

La historia, por tanto, ya no es conducida por la astucia de la Razón como pensaba Hegel, sino que es conducida principalmente por el desarrollo de las fuerzas de producción. Con ello, el materialismo histórico se convierte en la concepción científica de la historia, que supone la transformación material de la filosofía de la historia de Hegel. Mientras que para Hegel es la Idea la que va desenvolviéndose de forma dialéctica y así se va realizando la historia, Marx considera que es la Materia (estructura económica) la que va desarrollándose dialéctica dando lugar a las Ideas (superestructura).

Con ello Marx se opone a la interpretación idealista de la historia que afirma que las relaciones del hombre con la naturaleza y con los demás hombres, son relaciones ideológicas, culturales, filosóficas, jurídicas, políticas. Interpretación que no tiene en cuenta las relaciones de tipo material, para poder satisfacer las necesidades elementales de la vida (comer, vestir, vivienda, etc. ).

Marx se opone también a que la ideología y el Estado sean considerados como los aspectos más importantes y esenciales de una sociedad; y a que estas relaciones ideológicas sean las que originan o producen un cierto tipo de relaciones económicas y sociales entre los hombres.

Igualmente, se opone a la dimensión conservadora y legitimadora de los idealismos, que suponen que la realidad histórica existente (producción e intercambio de bienes materiales, tal y como se dan en su época) haya que aceptarla como un hecho absoluto. Es decir, entenderla como algo que no hay que pretender modificar, sino algo que hay que procurar entender y tratar de explicar, mediante una serie de razonamientos intelectuales de signo económico, sociológico o político. La argumentación de Marx es que una interpretación de este tipo se convierte en sustentadora del régimen de opresión (Hegel lo llamaba "la dialéctica del amo y del esclavo"); porque en la interpretación idealista de las cosas, éstas se aceptan sin discusión, dando por bueno la que hay y fomentando que queden las cosas como están, sin intentar cambiarlas.

En realidad, Marx nunca afirmó que todo, absolutamente todo, lo que existe en el mundo sea pura materia. Nunca negó la existencia de la inteligencia, del espíritu o de la conciencia. El materialismo de Marx no consiste en la negación de estas realidades humanas.

El materialismo de Marx si consiste en la afirmación de que la producción, distribución, intercambio y consumo de bienes, que tienen que satisfacer las necesidades elementales humanas, son la raíz de que los hombres tengan y desarrollen ésta o aquella mentalidad, y elaboren éstas o aquellas leyes y se dé éste o aquél modo de gobernar la sociedad.

Por tanto, el materialismo histórico defendido por Marx es:

 

  • Una interpretación de la historia a través de la materia . La materia a través de un proceso dialéctico va haciendo la historia. Esa materia es el sistema de producción de los bienes materiales o las relaciones económicas de producción o, también lo económico en el campo des las relaciones de producción de los bienes materiales.
Materialismo histórico, por tanto, significa que lo que condiciona la historia humana no es el espíritu (Hegel ), sino las relaciones económicas de producción (Marx): "el modo de producción de la vida material condiciona el proceso de la vida social, política, espiritual... No es la conciencia del hombre la que determina su ser, sino, por el contrario, es el ser social lo que determina su conciencia " (el hombre no es como piensa, sino que piensa según lo que es, lo que vive).
  •  El materialismo es una teoría científica sobre la formación y el desarrollo de la sociedad : todo el desarrollo de la sociedad se explica desde lo económico, desde la producción de los bienes materiales. La base de todo el orden social es la producción, la producción de bienes materiales, el sistema de producción concreto, es la que condiciona toda la historia humana.  
395px-long_live_the_universal_october_-_klutsis_-_1933La historia es concebida por Marx como un proceso de maduración de la especie humana para producir medios con los que satisfacer las necesidades. Pero, Marx afirma lo mismo que Hegel, que la dialéctica es el motor de la historia, concibe la historia animada por la presencia de la contradicción en el seno de la realidad, es decir, de la materia, de lo económico.
Por consiguiente, las contradicciones históricas son las que tienen lugar en el nivel de la estructura económica, en las relaciones entre los propietarios de los medios de producción y las fuerzas productivas
Solamente podemos concebir científicamente la historia, si la interpretamos como un proceso dialéctico, como una serie de contradicciones, que se dan en la estructura económica. Estas contradicciones se manifiestan en la lucha de clasesT . Las contradicciones entre las fuerzas productivas y los propietarios de los medios de producción son contradicciones entre seres humanos, que protagonizan esas relaciones. Las contradicciones a nivel humano son producidas por la distinta posición de unos con otros en el proceso productivo.
La supresión de esos contrarios, sólo se puede dar a través de la lucha; porque la dialéctica implica supresión de uno delos contrarios. Por eso dice Marx que la violencia es la comadrona de la historia, sin violencia, sin lucha, no hay progreso; la lucha es la mediación necesaria para que haya progreso histórico.
Con esta lucha de clases se camina hacia la sociedad sin clases, que es el momento último de la historia, hacia donde camina la historia humana.

4.- LA ALIENACIÓN Y LA IDEOLOGÍA

 

* La alienación

 

Había comentado al inicio de este tema, que la situación de alienación del ser humano es el elemento directriz del pensamiento de Carlos Marx. Creo que ahora estamos en condiciones de explicar este concepto. Este concepto tiene diferentes significados, pero el que a nosotros nos interesa, hay que comprenderlo desde la perspectiva idealista, que se inicia en Fichte y Hegel.

Para Hegel, la alienación es el momento dialéctico de la escisión de la Idea, por el cual la Idea sale de si misma y se objetiva en la Naturaleza, constituyéndose en algo extraño a sí misma. Así pues, alienación tiene el sentido de exteriorización, exteriorización que a su vez trae consigo una desposesión de sí mismo, con lo cual es, también, una enajenación.

Feuerbach , también maneja este concepto, pero desde una perspectiva diferente. La perspectiva desde la que Feuerbach aborda la alienación es desde la religión. Entiende la alienación como la alienación religiosa, que supone la proyección del ser humano fuera de sí, objetivandose en un ser superior (Dios), al cual tiene que someterse. Es decir, Dios no es más que la proyección del ser humano fuera de si, constituida en una entidad superior a la que el hombre se somete. Sólo cuando el hombre se da cuenta de que Dios es un puro ser pensado, se atribuye a sí mismo esas cualidades y negando a Dios se reconcilia consigo mismo, dejando de estar alienado.

Marx mantiene inicialmente este concepto de alienación religiosa, pero seguidamente comprende, que la alienación fundamental es la alienación económica. La alienación religiosa no es más que una alienación secundaria producto de la alienación fundamental del obrero excluido de la propiedad y obligado a vender su trabajo como mercancía. Este giro en torno a la alienación es debido a la influencia del socialista alemán Hess.

Así, para Marx la alienación se entiende en relación con la actividad productiva. El objeto resultante de la actividad productiva, no es considerado como suyo, sino que deviene propiedad de otro (patrono). El objeto producido por él, se convierte en algo extraño a la persona que lo produce. Por tanto, el trabajador se relaciona con el producto de su trabajo como con un objeto extraño. Fruto de esta situación el trabajador se encuentra alienado al ser desposeído de su propia obra.

En esta relación de producción el hombre también está alienado, pues es convertido en mercancía, es cosificado, y, puede venderse en el mercado. Así, el trabajo se convierte en algo externo el trabajador, no pertenece a su ser. Por eso, el trabajador sólo se siente en si fuera del trabajo. Por otra parte, el trabajo es algo forzado, en la medida que no es la satisfacción de una necesidad, sino un medio para satisfacer necesidades. Esta pérdida de posesión de su trabajo le lleva a sentirse libre solamente en sus funciones animales, y en cambio, en sus funciones humanas se siente como animal.

Esta alienación es causada por la estructura de la actividad productiva propia de la sociedad capitalista.

A su vez, la alienación económica promueve otras formas de alienación: como la social (división de clases), la política (división sociedad civil Estado). Al igual que también se genera otro tipo de alienaciones como la religiosa y la filosófica-jurídica, legitimadoras de las relaciones sociales y de los modos de producción.

A partir del Capital, Marx, ya no considerada la alienación como desdoblamiento o desgarramiento del hombre consigo mismo, si no como división de la sociedad y antagonismo de clases. La superación de la alienación sólo es posible por la lucha revolucionaria. Incluso la misma expresión alienación será empleada cada vez con menor frecuencia, a medida que el análisis histórico sustituye a la especulación y se da un contenido científico a la alienación del trabajo. La teoría del valor, y, la teoría de la plusvalía constituyen la superación la teoría del trabajo alienado.

No obstante la idea medular de la alienación está presente también en el Capital, apareciendo ahora no como una contradicción entre una forma de trabajo históricamente dada y la esencia productiva del hombre, sino como una contradicción entre el producto del trabajo humano en cuanto mercancía y el proceso social que hace posible su aparición. El trabajo es el proceso de objetivación del hombre, pero no es el trabajo el que produce la alienación, sino la división del trabajo, que parcela y mutila a los hombres en el proceso capitalista.

La reconversión del concepto de alienación se realizó, en el sentido de abandonar la significación antropológica por una significación estructural. De significar el fenómeno de desnaturalización y deshumanización del trabajador, pasó a significar las estructuras económicas y las condiciones sociohistóricas que producen esta deshumanización. Esto explica el abandono parcial del término alienación y el uso creciente del término fetichismo.

Al analizar tanto la producción, como las relaciones socialesde producción, se descubre que, bajo la apariencia de igualdad de la lógica mercantil, existe una desigualdad estructural, unas relaciones de producción que oponen el trabajo al capital.

 

* La ideología.

 

El concepto ideología tiene para Marx un sentido negativo. Con él se refiere a un conjunto de ideas que dan una imagen o representación falseada de la realidad y de las condiciones en que se desarrolla la vida de los hombres.

La ideología es producto de la sociedad y su función es la de ocultar, desfigurar conceptualmente una situación de la existencia real, social e histórica de los hombres. A esta situación la denomina el marxismo alienación.

Aunque, según Marx, las ideologías nacen con la división del trabajo. Podemos establecer un estado preideológico.

En esta primera etapa, el hombre se encuentra sometido a las fuerzas naturales: su relación con la naturaleza es casi animal, porque todavía no ha sido transformada por el hombre. Éste no conoce las fuerzas naturales y está dominado por ella. Ante esta situación, el ser humano sacraliza las fuerzas de la naturaleza y establece una relación religiosa con la naturaleza. En esta situación preideológica están fundadas las ideologías que aún no están formadas.

Las ideologías propiamente dichas, como formas de conciencia deformadas, nacen con la auténtica división de trabajo (trabajo intelectual/trabajo manual). En este momento comienza la posibilidad de que la conciencia se separe de la práctica social, el ser humano se dedica a crear teorías puras, precisamente por estar separado de la práctica social de producción. Estos son los que crean las formas de conciencia y hacen que las otras personas tomen como real lo que no es sino producto de su imaginación.

Así, la ideología es un producto deformado en la mente de los hombres, de unas relaciones sociales deformadas, porque los seres humanos no acaban de dominar la naturaleza ni sus relaciones sociales, y por eso acuden a construcciones mentales que toman como reales, pero que no son sino producto de su imaginación.

Aunque lo fundamental de las ideologías consiste en falsear la realidad, podemos destacar dos tipos de ideologías:

  • La ideología política : consistente en declarar al pueblo soberano y a todos los ciudadanos libres e iguales. 

El falseamiento es manifiesto: el pueblo es soberano, según lo afirman las constituciones de los Estados, pero la soberanía del pueblo, la libertad y la igualdad son puramente formales porque no alcanzan a la persona real y concreta.

El Estado, teóricamente, es el árbitro de las diferencias entre los ciudadanos, es el que tiene que estar por encima de las diferencias particulares de los individuos. Pero, lo que realmente ocurre, es que el Estado es un instrumento de opresión en manos de la clase dominante.

 

  • La ideología religiosa: al igual que la ideología filosófica, crea sus propios objetos que carecen de consistencia real. Sólo son productos imaginarios de los hombres que proyectan en las nubes su subordinación a la naturaleza y a sus propias relaciones sociales.

La diferencia entre la ideología religiosa y la filosófica es de grado. La religiosa es más primitiva y la filosófica es más evolucionada.

La ideología que predomina en una sociedad es la ideología de la clase dominante. Esta clase dominante, que posee los medios de producción, refleja espontáneamente su situación social y elabora inconscientemente una teoría acerca de la sociedad y del ser humano, con el objetivo de justificar sus intereses, justificar el modo de producción existente y justificar el dominio de la clase dominante.

Más tarde, cuando la lucha de clases se agudiza, la clase explotada toma conciencia de sí misma y de sus propios intereses, elaborando una nueva ideología contrapuesta a la de la clase dominante, para justificar la lucha de los explotados y para justificar un nuevo modelo de sociedad.

Las ideologías, por tanto, juegan un papel fundamental, justificar la situación de la clase que domina en la sociedad.

Las ideologías desaparecerán cuando termine la subordinación de los hombres a las fuerzas sociales, cuando puedan autodeterminarse con plena libertad. Es decir, las ideologías no desaparecerán hasta que no se instaure la sociedad sin clases, la sociedad comunista. Por tanto, cuando desaparezca la situación de alienación.

 

5.- EL MANIFIESTO COMUNISTA

387px-communist-manifestoEsta obra, considerada por algunos un panfleto de partido, más que una obra filosófica, no deja de tener su importancia en el ámbito filosófico. Bien es verdad que los intereses de esta publicación, por encargo de la Liga de los Comunistas, responden a la necesidad de aclarar los conceptos básicos en los que se mueve el comunismo (versión Marx y Engels) y a establecer unas claras estrategias para la acción que debe llevar a cabo el proletariado de cara a la consecución de una sociedad comunista. Es cierto que en el Manifiesto se define la identidad política propia de los comunistas, su estrategia centrada en la acción práctica de la clase trabajadora y en su proceso de organización en cuanto tal. Sin embargo, tambien es cierto que a través de ella podemos ver una clara exposición del materialismo histórico o del socialismo científico (término más ajustado al gusto de Marx) que se ve ejemplificada con el análisis del desarrollo de las circunstancias históricas y de los cambios que se han venido produciendo a lo largo de la historia.

Al margen de otras cuestiones, esta obra, es una clara ejemplificación del materialismo histórico o socialismo científico (anticipado ya en obras como la Contribución a la crítica de la economía política o La ideología alemana), que es utilizado para defender las ideas del comunismo, a la par que se critica a la burguesía y las otras formas de socialismo no científicas.

El manifiesto comienza haciéndose eco de la fuerza que ha cobrado el comunismo en Europa y de como es necesario exponer públicamente: los conceptos, fines y tendencias del comunismos frente a la leyenda que se ha ideo gestando sobre los mismos.

A pesar de que en el inicio se indica que esta obra es fruto de una redacción conjunta de los comunistas de diversas nacionalidades reunidas en el congreso de la Liga de los Comunistas celebrado en Londres en el año 1947. Lo cierto es que esta obra no es más que la expresión resumida del pensamiento que Marx y Engels habían venido elaborando, en el que se manifiesta su teoría de la dinámica histórica, la estrategia y táctica para llevar a cabo la revolución del proletariado y la concepción del partido comunista. Además el Manifiesto tomo como base a Principios del Comunismo, que fué también una obra que realizó Engels por encargo de la Liga de los comunistas.

La obra se divida en cuatro capítulos:

 

I. Burgueses y Proletarios : (Capítulo del cual ha sido extraído el fragmento para el comentario de texto de las PAAU en la Universalidad de Extremadura) 

En este capítulo se presenta la historia de la sociedad como una continua lucha de clases. Clases que siguen presentes en su época aunque se han simplificado a dos: burguesía y proletariado. Esta simplificación ha sido causada por el desarrollo de las fuerzas productivas (industria y comercio) que hizo que la sociedad feudal se descompusiera. La burguesía termina por acceder a poder político revolucionando el estado anterior al destruir todas las relaciones sociales e ideologías anteriores.

Pero con todo lo revolucionario de la burguesía, lo único que ha hecho es sustituir las antiguas formas de opresión por otras nuevas. Ha cambiado las veladas formas de opresión religiosa o política por las explotación comercial.

Esta burguesía tiene el fundamento de su existencia en la revolución permanente de los instrumentos de producción y con ello de todas las relaciones sociales. Además hace del proceso de producción capitalista un proceso mundial que se extiende por todo el mundo. Este fenómeno no sólo acontece en el ámbito industrial, si no que también ocurre en el ámbito intelectual, que termina por convertirse en patrimonio mundial. En definitiva la burguesía mundializa el modo de producción y hace a todo el mundo burgués.

Para Marx, en su época, las actuales fuerzas productivas entran en contradicción con las relaciones de propiedad burguesa. Pero además de esas armas (fuerzas productivas) la burguesía ha creado al proletariado que empuñará dichas armas. Un proletariado situado cada vez en peores situaciones de alienación y explotación.

A partir de ahí Marx desarrolla lo que ha sido la evolución y las distintas fases por las que ha pasado el proletariado hasta convertirse en la verdadera clase revolucionaria. El proletariado, a diferencia del las otras clases, que ha actuado en provecho de minorías, es un movimiento de la inmensa mayoría y que actúa por los intereses de la inmensa mayoría.

 

II. Proletarios y comunistas:

En este capítulo se establece la posición de los comunistas respecto al proletariado, haciendo hincapié en el la idea de que los comunistas no forman un partido aparte y opuesto al resto de partidos obreros. Las únicas diferencias existentes radican en que los comunistas siempre hacen valer los intereses comunes de todo el proletariado y representa los intereses del movimiento en su conjunto. Digamos que tienen una visión más justada de la realidad.

Seguidamente se hace referencia a algunos aspectos como el de la propiedad, indicando que no están en contra de la propiedad, si no de la propiedad burguesa. Para ello se refieren al capital, no como una fuerza social, si no como una fuerza social.

También se defienden del ataque de la religión, filosofía y de la ideología en general, aduciendo que estas no son más que formas alienadas producidas por la clase dominante y fruto del propio sistema productivo burgués.

Finaliza el capítulo afirmando que el primer paso de la revolución obrera consiste en elevar al proletariado a la clase dominante, a la conquista de la democracia. Posteriormente se exponen una serie de medidas (10) a llevar a cabo en todo el mundo, para finalizar afirmando que una vez hayan desaparecido las diferencias de clase, el poder público perderá su carácter político, ya que el poder político es la violencia organizada de una clase contra otra.

 

III. Literatura socialista y comunista:

Es una exposición crítica de las otras formas de socialismo (feudal, pequeño burgués, alemán o verdadero, conservador o burgués y crítico-utópico) en mayor o menor nivel todas son formas erróneas de ideología que no se ajustan a la realidad y que no permiten una adecuada transformación de la sociedad.

 

IV. Actitud de los comunistas respecto a los distintos partidos de la oposición:

Es una breve exposición en la que se vuelve a exponer como los comunistas actúan unidos junto a todos los partidos democráticos para derrocar a la burguesía y defendiendo los intereses del proletariado, finalizando con la conocida proclama: ¡PROLETARIOS DE TODOS LOS PAISES, UNIOS!.


6.TEXTO DE SELECTIVIDAD Y ALGUNAS ACLARACIONES

 

I BURGUESES Y PROLETARIOS

 

"Toda la historia de la sociedad humana, hasta la actualidad, es una historia de luchas de clases.

Libres y esclavos, patricios y plebeyos, barones y siervos de la gleba, maestros y oficiales; en una palabra, opresores y oprimidos, frente a frente siempre, empeñados en una lucha ininterrumpida, velada unas veces, y otras franca y abierta, en una lucha que conduce en cada etapa a la transformación revolucionaria de todo el régimen social o al exterminio de ambas clases beligerantes.

En los tiempos históricos nos encontramos a la sociedad dividida casi por doquier en una serie de estamentos, dentro de cada uno de los cuales reina, a su vez, una nueva jerarquía social de grados y posiciones. En la Roma antigua son los patricios, los équites, los plebeyos, los esclavos; en la Edad Media, los señores feudales, los vasallos, los maestros y los oficiales de los gremios, los siervos de la gleba, y dentro de cada una de esas clases todavía nos encontramos con nuevos matices y gradaciones".

En este fragmento se muestra a la sociedad como una entidad dividida en clases. Clases opuestas y beligerantes entre si. De hecho, la historia de la sociedad se define como una eterna lucha de clases.

Podemos observar como el motor del cambio histórico radica en la lucha de clases, ya que es la causa de la transformación del régimen social vigente o de las clases en lucha. Tenemos así una explicación dialéctica de la historia, los cambios históricos se van produciendo a causa de la oposición de clases, dando lugar a una superación de la situación anterior.

Esto es algo que ha venido sucediendo hasta la actualidad, como se indica en el texto, pero que no será así en un futuro, puesto que, según Marx y Engels proclaman, esta división desaparecerá una vez que se instaure la sociedad comunista.

 

"La moderna sociedad burguesa que se alza sobre las ruinas de la sociedad feudalno ha abolido los antagonismos de clase. Lo que ha hecho ha sido crear nuevas clases, nuevas condiciones de opresión, nuevas modalidades de lucha, que han venido a sustituir a las antiguas.

Sin embargo, nuestra época, la época de la burguesía, se caracteriza por haber simplificado estos antagonismos de clase. Hoy, toda la sociedad tiende a separarse, cada vez más abiertamente, en dos grandes campos enemigos, en dos grandes clases antagónicas: la burguesía y el proletariado".

Este fragmento nos muestra a la sociedad burguesa como el resultado de la lucha de clases acontecida en la sociedad feudal. Al disolverse la sociedad feudal fruto de las contradicciones y lucha de clases surgidas en su seno, aparece un nuevo sistema social que es la sociedad burguesa.

Sin embargo, la revolución burguesa no ha terminado con la lucha de clases, simplemente la ha simplificado al reducirla a dos grandes clases: la burguesía y el proletariado.

Con ello, se critica el limitado carácter liberador de la revolución burguesa, al no ser capaz de eliminar los antagonismos de clase, y al constituirse la burguesía en una clase explotadora y opresora del proletariado.

 

"De los siervos de la gleba de la Edad Media surgieron los "villanos" de las primeras ciudades; y estos villanos fueron el germen de donde brotaron los primeros elementos de la burguesía.

El descubrimiento de América, la circunnavegación de África abrieron nuevos horizontes e imprimieron nuevo impulso a la burguesía. El mercado de China y de las Indias orientales, la colonización de América, el intercambio con las colonias, el incremento de los medios de cambio y de las mercaderías en general, dieron al comercio, a la navegación, a la industria, un empuje jamás conocido, atizando con ello el elemento revolucionario que se escondía en el seno de la sociedad feudal en descomposición.

El régimen feudal o gremial de producción que seguía imperando no bastaba ya para cubrir las necesidades que abrían los nuevos mercados. Vino a ocupar su puesto la manufactura. Los maestros de los gremios se vieron desplazados por la clase media industrial, y la división del trabajo entre las diversas corporaciones fue suplantada por la división del trabajo dentro de cada taller.

Pero los mercados seguían dilatándose, las necesidades seguían creciendo. Ya no bastaba tampoco la manufactura. El invento del vapor y la maquinaria vinieron a revolucionar el régimen industrial de producción. La manufactura cedió el puesto a la gran industria moderna, y la clase media industrial hubo de dejar paso a los magnates de la industria, jefes de grandes ejércitos industriales, a los burgueses modernos.

La gran industria creó el mercado mundial, ya preparado por el descubrimiento de América. El mercado mundial imprimió un gigantesco impulso al comercio, a la navegación, a las comunicaciones por tierra. A su vez, estos, progresos redundaron considerablemente en provecho de la industria, y en la misma proporción en que se dilataban la industria, el comercio, la navegación, los ferrocarriles, se desarrollaba la burguesía, crecían sus capitales, iba desplazando y esfumando a todas las clases heredadas de la Edad Media.

Vemos, pues, que la moderna burguesía es, como lo fueron en su tiempo las otras clases, producto de un largo proceso histórico, fruto de una serie de transformaciones radicales operadas en el régimen de cambio y de producción".

Este fragmento explica cómo surgió la burguesía en el seno de la sociedad burguesa y cómo terminó en convertirse en la clase dominante. La causa de todo ello, no es tanto el desarrollo de las ideas o el desarrollo del Espíritu en la consecución de una mayor racionalidad, tal y como afirmaba Hegel, si no los cambios producidos en las condiciones materiales de producción (aquí está la inversión del materialismo histórico de Marx y Engels).

La evolución o el desarrollo de las fuerzas productivas, hace que el sistema feudal se convierta en un lastre pare ese desarrollo, y comienza a evolucionar el sistema social (relaciones de producción y nuevas clases dominantes) hacia otro sistema que posibilite este desarrollo de las fuerzas productivas. Tenemos así el nuevo sistema burgués.

Podemos observar en este fragmento una ejemplificación de lo que es el materialismo defendido por Marx y Engels y cómo desde él se explica la historia y los cambios producidos en la estructura económica.

La estructura, la base real sobre la que se levanta la sociedad, está compuesta de las fuerzas productivas y de las relaciones de producción. En toda sociedad las relaciones de producción facilitan el desarrollo de las fuerzas productivas. Pero estas fuerzas productivas se desarrollan y entran en contradicción con las relaciones de producción existentes (todo lo que se nos cuenta en este fragmento) dando lugar a una transformación y a la generación de unas nuevas relaciones de producción, en este caso, las relaciones de producción propias de las sociedad burguesa.

 

"A cada etapa de avance recorrida por la burguesía corresponde una nueva etapa de progreso político. Clase oprimida bajo el mando de los señores feudales, la burguesía forma en la "comuna" una asociación autónoma y armada para la defensa de sus intereses; en unos sitios se organiza en repúblicas municipales independientes; en otros forma el tercer estado tributario de las monarquías; en la época de la manufactura es el contrapeso de la nobleza dentro de la monarquía feudal o absoluta y el fundamento de las grandes monarquías en general, hasta que, por último, implantada la gran industria y abiertos los cauces del mercado mundial, se conquista la hegemonía política y crea el moderno Estado representativo. Hoy, el Poder público viene a ser, pura y simplemente, el Consejo de administración que rige los intereses colectivos de la clase burguesa.

La burguesía ha desempeñado, en el transcurso de la historia, un papel verdaderamente revolucionario.

Dondequiera que se instauró, echó por tierra todas las instituciones feudales, patriarcales e idílicas. Desgarró implacablemente los abigarrados lazos feudales que unían al hombre con sus superiores naturales y no dejó en pie más vínculo que el del interés escueto, el del dinero contante y sonante, que no tiene entrañas. Echó por encima del santo temor de Dios, de la devoción mística y piadosa, del ardor caballeresco y la tímida melancolía del buen burgués, el jarro de agua helada de sus cálculos egoístas. Enterró la dignidad personal bajo el dinero y redujo todas aquellas innumerables libertades escrituradas y bien adquiridas a una única libertad: la libertad ilimitada de comerciar. Sustituyó, para decirlo de una vez, un régimen de explotación, velado por los cendales de las ilusiones políticas y religiosas, por un régimen franco, descarado, directo, escueto, de explotación.

La burguesía despojó de su halo de santidad a todo lo que antes se tenía por venerable y digno de piadoso acontecimiento. Convirtió en sus servidores asalariados al médico, al jurista, al poeta, al sacerdote, al hombre de ciencia.

La burguesía desgarró los velos emotivos y sentimentales que envolvían la familia y puso al desnudo la realidad económica de las relaciones familiares.

La burguesía vino a demostrar que aquellos alardes de fuerza bruta que la reacción tanto admira en la Edad Media tenían su complemento cumplido en la haraganería más indolente. Hasta que ella no lo reveló no supimos cuánto podía dar de sí el trabajo del hombre. La burguesía ha producido maravillas mucho mayores que las pirámides de Egipto, los acueductos romanos y las catedrales góticas; ha acometido y dado cima a empresas mucho más grandiosas que las emigraciones de los pueblos y las cruzadas".

En este fragmente se puede observar como las modificaciones en el ámbito de la estructura generan cambios en la superestructura. Así el carácter revolucionario de la burguesía, fruto de las trasformaciones económicas, puede verse en los cambios políticos presentes en el nuevo Estado moderno, que no es más que la representación de un congreso de administración (es decir el Estado es un defensor de los poderes económicos y de la propiedad privada).

Igualmente transformó todos los valores anteriores y la configuración de las libertades y el derechos, pasando a predominar la libertad de mercado como única forma de libertad, terminando por reducir toda relación humana a una mera relación económica, amparadas en el nuevo Derecho burgués y defendidas por el Estado.

Todo ello es una muestra de la interpretación materialista de la realidad, es la estructura económica la que determina las formas de formas de establecer las relaciones económicas y sociales, así como las formas de justificación (ideológica) de las mismas (religión, derecho, filosofía, etc.).

 

"La burguesía no puede existir si no es revolucionando incesantemente los instrumentos de la producción, que tanto vale decir el sistema todo de la producción, y con él todo el régimen social. Lo contrario de cuantas clases sociales la precedieron, que tenían todas por condición primaria de vida la intangibilidad del régimen de producción vigente. La época de la burguesía se caracteriza y distingue de todas las demás por el constante y agitado desplazamiento de la producción, por la conmoción ininterrumpida de todas las relaciones sociales, por una inquietud y una dinámica incesantes. Las relaciones inconmovibles y mohosas del pasado, con todo su séquito de ideas y creencias viejas y venerables, se derrumban, y las nuevas envejecen antes de echar raíces. Todo lo que se creía permanente y perenne se esfuma, lo santo es profanado, y, al fin, el hombre se ve constreñido, por la fuerza de las cosas, a contemplar con mirada fría su vida y sus relaciones con los demás.

La necesidad de encontrar mercados espolea a la burguesía de una punta o otra del planeta. Por todas partes anida, en todas partes construye, por doquier establece relaciones.

La burguesía, al explotar el mercado mundial, da a la producción y al consumo de todos los países un sello cosmopolita. Entre los lamentos de los reaccionarios destruye los cimientos nacionales de la industria. Las viejas industrias nacionales se vienen a tierra, arrolladas por otras nuevas, cuya instauración es problema vital para todas las naciones civilizadas; por industrias que ya no transforman como antes las materias primas del país, sino las traídas de los climas más lejanos y cuyos productos encuentran salida no sólo dentro de las fronteras, sino en todas las partes del mundo. Brotan necesidades nuevas que ya no bastan a satisfacer, como en otro tiempo, los frutos del país, sino que reclaman para su satisfacción los productos de tierras remotas. Ya no reina aquel mercado local y nacional que se bastaba así mismo y donde no entraba nada de fuera; ahora, la red del comercio es universal y en ella entran, unidas por vínculos de interdependencia, todas las naciones. Y lo que acontece con la producción material, acontece también con la del espíritu. Los productos espirituales de las diferentes naciones vienen a formar un acervo común. Las limitaciones y peculiaridades del carácter nacional van pasando a segundo plano, y las literaturas locales y nacionales confluyen todas en una literatura universal.

La burguesía, con el rápido perfeccionamiento de todos los medios de producción, con las facilidades increíbles de su red de comunicaciones, lleva la civilización hasta a las naciones más salvajes. El bajo precio de sus mercancías es la artillería pesada con la que derrumba todas las murallas de la China, con la que obliga a capitular a las tribus bárbaras más ariscas en su odio contra el extranjero. Obliga a todas las naciones a abrazar el régimen de producción de la burguesía o perecer; las obliga a implantar en su propio seno la llamada civilización, es decir, a hacerse burguesas. Crea un mundo hecho a su imagen y semejanza".

En este último fragmento se vuelve a mostrar el carácter revolucionario de la burguesía, en la medida que se caracteriza por una gran capacidad de revolucionar el sistema productivo (estructura) haciendo que las formas de pensamiento (superestructura) se transforme continuamente y no haya nada perenne.

Pero además, dadas las características de expansión del sistema productivo burgués o capitalista, hace que todo se universalice, no sólo el sistema productivo, si no consecuentemente todo el sistema ideológico. Se produce por tanto lo que podríamos denominar una globalización del sistema burgués.

 

(Los subrayados no forman parte del texto, si no que han sido realizados por el autor del tema)

Este texto ha sido tomado de:

http://www.marxists.org/espanol/m-e/1840s/48-manif.htm

Digitalizado para el Marx-Engels Internet Archive por José F. Polanco en 1998. Retranscrito para el Marxists Internet Archive por Juan R. Fajardo en 1999.

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